Chakra Entrecejo – AJNA: derecho a ver.
Sexto chakra: El poder de la mente. Derecho a escuchar y decir la verdad, es el chakra de la energía, es el chakra de la catabolización .
¿Estoy tratando de convencer a todo el mundo de que estoy seguro?
El sexto chakra está relacionado con la capacidad mental y de razonamiento y con la habilidad psíquica de evaluar las creencias y actitudes propias. El chakra mental se hace eco de las energías de la psique, las fuerzas psíquicas conscientes e inconscientes. En la literatura espiritual oriental este chakra es el «tercer ojo», es decir, el centro espiritual en el cual la interacción entre la mente y la psique puede conducir a la visión y sabiduría intuitivas. Es el chakra de la sabiduría.
El Centro Ajna es el que se encarga de dar respuesta a todas esas dudas que vienen de la presión del Centro Cabeza antes de manifestarlo en forma de palabras en el Centro Garganta. Es un Centro de conciencia y consciencia, está aquí para pensar, analizar, investigar y responder esas preguntas que vienen de la Cabeza o el exterior. El Centro de la Cabeza y el Centro Ajna operan juntos. Esto es a lo que llamamos “mente”. No funcionarían el uno sin el otro.
Los retos del sexto chakra son abrir la mente, desarrollar una mente impersonal, rescatar el propio poder de las «verdades falsas y artificiales, aprender a actuar guiados por la orientación interior, y discernir entre los pensamientos motivados por la fuerza y los motivados por el miedo.
La intuición es uno de los poderes divinos del sexto chakra, cuando esta enfocado en la verdad se manifiesta esta capacidad. La persona se aleja de la intuición cuando es demasiado critica o analítica. Si somos demasiado críticos o analíticos, aparece el desequilibrio
Centro Ajna es uno de los tres centros de conciencia y uno de los dos centros de consciencia, es un área potencial de autoconciencia, enfoca e interpreta energéticamente la conciencia del cuerpo, al llegar a la garganta, esta energía se convierte en una expresión de nuestra inteligencia consciente, en el caso del Ajna es la inteligencia mental (conciencia cognitiva). Se encarga de pensar, analizar, investigar y responder preguntas. Consciencia mental, conceptualización, interpretar respuestas, como opiniones, conceptos y teorías.
Ansiedad Mental
Cada canal o puerta del centro ajna contiene una forma de ansiedad mental que nos alerta de la posibilidad de que estemos sucumbiendo a expectativas externas que impiden nuestra conciencia y ponen en peligro nuestra salud mental, estas son:
–Miedo a la futilidad. Ansiedad mental de que la vida sea opresiva y fútil, de no poder el verle sentido a la confusión.
–Miedo a la ignorancia. Ansiedad mental de que nunca conocerás la respuesta, de que nunca llegara la inspiración o de que no serás capaz explicar lo que sabes.
–Miedo al caos. Ansiedad mental de que nunca encontraras el orden en tu vida, y siempre estarás en el caos, la necesidad de encontrar y dar respuestas.
–Miedo a la oscuridad. Ansiedad mental de no tener una idea nueva estimulante en la que pensar o aprender; ansiedad acerca de compartir y manifestar tus ideas.
–Miedo al rechazo. Ansiedad mental de que tus ideas son demasiados raras y serán rechazadas, necesidad de hacerte entender por los demás.
–Miedo al desafío. Miedo a que tus opiniones sean puestas en duda, por lo que no las compartes, necesidad de tener los detalles para secundar opiniones.
Ubicación: El entrecejo de la frente.
Enseñanzas relativas a la mente, la intuición, la percepción profunda y la sabiduría.
Chakras con los que interactúa gobierna chakras secundarios los 2 de los ojos y los dos de las orejas, es gobernado por el corazón derecho, e interactua con el chakra corona y el chakra garganta.
Conexión energética con el cuerpo físico: las glándulas pituitario (hipófisis) y paratiroides, el cerebro inferior (hemisferio izquierdo), sistema nervioso, el sistema nervioso autónomo conjuntamente con centro corona, córtex visual, neocortex, ojo izquierdo, orejas, nariz.
El nivel cerebro inferior corresponde al hemisferio izquierdo El nivel inferior del cerebro consisten en el tronco encefálico, la médula espinal y el cerebelo. Las estructuras de nivel inferior del cerebro son las más antiguas del cerebro y están más orientadas a los procesos corporales básicos que a las estructuras de nivel superior.
Disfunciones físicas: Tumor cerebral, derrame, embolia. Trastornos neurológicos, ceguera, sordera, trastornos en toda la columna, problemas de aprendizaje, ataques epilépticos. Esquizofrenia?
Conexión energética con el cuerpo emocional/mental: El sexto chakra une a la persona con su cuerpo mental, inteligencia y características psíquicas. Las características psíquicas son una combinación de lo que sabemos y lo que creemos que es cierto, una combinación única de realidades, miedos, experiencias y recuerdos personales que están en constante actividad dentro del cuerpo energético mental.
Manifestaciones mentales y/o emocionales: autoevaluación, verdad, Capacidades intelectuales, sensación de capacidad, receptividad a las ideas de otras personas, capacidad de aprender de las experiencias, inteligencia emocional.
Conexión simbólica/perceptiva: El sexto chakra pone en marcha las lecciones que nos conducen a la sabiduría. Llegamos a la sabiduría a través de las experiencias de la vida y adquiriendo la capacidad perceptiva y discernidora de la objetividad. La visión simbólica es en parte una «objetividad» aprendida, un estado mental que trasciende las influencias de la «mente personal”, o «mente de principiante», y que puede llevar al poder y percepción profunda de la mente «impersonal» o abierta, receptiva.
Miedos principales: Resistencia a mirar el interior y desenterrar los propios miedos; miedo a la verdad cuando la razón está obnubilada; miedo al juicio sensato y realista; miedo a depender del consejo exterior, a la disciplina; miedo al propio lado oscuro y a sus atributos.
Fuerzas principales: Capacidades y habilidades intelectuales; evaluación de las percepciones conscientes e inconscientes; receptividad a las inspiraciones; generación de grandes actos de creatividad y razonamiento intuitivo: inteligencia emocional.
El Centro Ajna es uno de los tres centros de conciencia y uno de los dos centros de consciencia. es le centro de conciencia superior.
El Centro Ajna esta asociado con El centro (combustible) del entrecejo. cuando esta abierto, funcionando armónicamente y equilibrado en vórtices anterior y posterior, aporta prana a este centro, en caso contrario, consume prana de este centro
Cuerpo o envoltura con las que interactúa o Gobierna. Interactúa con el cuerpo sutil, con la envoltura vital y con la envoltura mental, dimensión 3. Con el cuerpo causal, dimensión 4. Interactúa con cuerpo alma individual en dimensión 5 y 6 y con grupal dimensión 7 y 8, gobierna en el grupal dimensión 8
Elemento que predomina y lo nutre:
Verdad sagrada
La verdad sagrada contenida en el sexto chakra es Busca, solamente la, verdad. Esta nos impulsa a buscar continuamente la diferencia entre verdad e ilusión, las dos fuerzas que están presentes en todo momento. Separar la verdad de la ilusión es más una tarea de la mente que del cerebro. El cerebro gobierna el comportamiento del cuerpo físico, pero la mente gobierna el comportamiento del cuerpo energético, que es nuestra relación con el pensamiento y la percepción. El cerebro es el instrumento físico mediante el cual el pensamiento se traduce en acción, pero la percepción, y todo lo relacionado con ella, como el tomar conciencia, es una característica de la mente. Al tomar conciencia, la persona es capaz de distanciarse de sus percepciones subjetivas y ver la verdad o sentido simbólico de una situación.
Distanciarse no significa dejar de amar; significa acallar las voces motivadas por el miedo. La persona que ha conseguido una postura interior de distanciamiento u objetividad tiene un sentido del yo tan completo que las influencias externas no ejercen ninguna autoridad en su conciencia. Esta claridad de mente y del yo es la esencia de la sabiduría, que es uno de los poderes divinos del sexto chakra.
(fuente ´anatomía del espíritu´ Caroline Myss)
El peligro de la mente racional
El primer escollo reside en el ámbito de la mente racional. Tú eres experto en analizar cosas y categorizarlas según un marco de referencia general, lo que podría ser útil en determinadas circunstancias, pero en general, tu parte mental y pensante es en gran medida parte del mundo de la dualidad. Con “mundo de dualidad” me refiero a un tipo de conciencia que divide las cosas en buenas o malas, claras u oscuras, sanas o enfermas, masculinas o femeninas, amigas o enemigas, etc. Es una clase de conciencia a la que le encanta separar y etiquetar y que no reconoce la unidad subyacente de todos los fenómenos. Es una clase de conciencia a la que le gusta trabajar con principios generales y una aplicación racional y objetiva a casos individuales. Realmente no considera la posibilidad de otro enfoque más directo de la realidad, como es el enfoque del conocimiento intuitivo o “saber mediante el sentimiento”.
La energía Crística está al margen de la dualidad. La energía Crística constituye el flujo del Ser que subyace a todas las polaridades. Pero la mente no reconoce la existencia misma de este nivel místico de unidad. A la mente le gustaría dividir el océano del Ser en partes definibles, categorizándolo de tal manera que pudiese controlarlo racionalmente. A la mente le gusta diseñar estructuras, teorías que puedan situarse sobre la realidad, sobre la experiencia directa. Nuevamente, esto a veces es útil y beneficioso, sobre todo en cuestiones prácticas, pero no lo es tanto cuando se trata de una verdadera sanación y enseñanza; es decir, sanar y enseñar desde el corazón.
Cuando te acercas al paciente desde un marco teórico, intentas ubicar sus síntomas individuales en una categoría general y recurres a la teoría para conocer el tipo de problema y sus soluciones. Eso es lo que aprendes cuando te capacitas para ser psicólogo, trabajador social o cualquier tipo de consejero profesional. No digo que todo eso esté mal; sin embargo, lo que me gustaría pedirte es que, cuando trabajes con alguien, ya sea profesionalmente o en tu vida personal, procura mantenerte al margen de tus pensamientos y razonamientos, de tus suposiciones sobre lo que le pasa al otro y, simplemente, escucha a tu corazón. Sintonízate con la energía de la otra persona desde un lugar silencioso en tu interior. Trata de sentir con el corazón y la intuición dónde se halla la otra persona y cómo se siente estar en su mundo interior. (Ver el final de la canalización para una meditación guiada en este sentido).
A menudo fomentas muchas ideas sobre lo que los demás otra deberían hacer para resolver sus problemas. Analizas su problema y piensas en la respuesta. Y es posible que incluso tengas razón en tu forma de pensar, pero la cuestión es que tus ideas no están necesariamente en sintonía con la energía de la otra persona en el momento presente. Es posible que no estés completamente desconectado de cómo se sienten realmente por dentro. Tu ayuda sólo es fructífera cuando está en sintonía con la realidad energética de aquel a quien estás asistiendo. Podría ser que él o ella necesitasen un enfoque completamente diferente al que tú alcanzas a imaginar con tu mente racional.
Te invito a ver y sentir a la otra persona puramente desde el lugar intuitivo y tranquilo de tu interior. Trasciende la dualidad y llénate de la compasión del Cristo interior. A la hora de ofrecer enseñanza y sanación, te invito a inspirarte realmente en la presencia del prójimo.
Si lo haces así, a solución suele ser muy sencilla. Lo que se necesita de ti no es tu conocimiento, sino tu sabiduría. Lo que se pide de ti no es tu juicio, sino tu compasión y profunda comprensión. Tú no estás ahí para brindar la solución, para ser el rostro de la autoridad. Estás ahí para ser el rostro del Amor.
Veamos un ejemplo para ilustrar esta cuestión. Tomemos a los padres que quieren ayudar a sus hijos con los problemas a los que se enfrentan. Gracias a su experiencia, los padres a menudo pueden evaluar mejor que sus hijos las consecuencias de determinadas acciones. Basándose en ese conocimiento, los padres suelen advertir a sus hijos; quieren salvarlos de cualquier daño y les aconsejan que hagan lo que ellos creen que es lo correcto. Esta podría parecer una buena manera de ayudar, desde el punto de vista mental y, en ciertos casos, es muy razonable hacerlo. Sin embargo, muy a menudo, si los padres sintonizaran con el niño desde un lugar interior silencioso e intuitivo, descubrirían que lo que el niño realmente necesita de ellos es algo completamente distinto. Lo que el niño suele necesitar más es la confianza y la tranquilidad de sus padres, y se dice: «Confiad en mí, dejadme ser quien soy. Dejadme cometer errores, dejad que tropiece y mantened la fe en mí”. Cuando te conectas con los hijos desde una posición de confianza, de hecho los estás animando a confiar en su propia intuición. Eso puede ayudarlos a tomar una decisión que les haga sentir bien y que también sea comprensible desde su punto de vista. Sin embargo, si intentas obligarlos a hacer algo basándose en la noción de que “tú sabes más”, ellos sentirán desconfianza en tu actitud y esto hará que se resistan aún más.
Los niños te “leen” cuando les ofreces ayuda. Ser muy conscientes de las emociones detrás de las palabras, es algo que está en la naturaleza de los niños. Pueden sentir tu miedo o juicio subyacente. A menudo reaccionarán a esta emoción en vez de a tus palabras y cuando reaccionan con aversión, parecen completamente irrazonables.
Sin embargo, los padres pueden estar actuando “demasiado razonablemente”, lo que significa que no reconocen sus propias emociones subyacentes y no intentan conectarse con el niño de una manera abierta y honesta. Para ello, los padres tendrían que dejar olvidar sus nociones preconcebidas y abrirse realmente a la realidad emocional del niño. A partir de escuchar genuinamente los cuidados e inquietudes del niño, es posible construir un puente de comunicación.
Menciono este ejemplo porque es muy común y fácil de identificar, y porque todos sabemos lo difícil que es apoyar a los hijos desde una actitud de confianza y apertura.
Se trata de dejar al margen tus ideas de “lo que debería ser”, tus anhelos, y permitir que la otra persona sea quien es. Envolver a otra persona con un espacio de apertura y comprensión verdadera y sincera, representa ofrecerle un verdadero poder sanador. Muchas veces lo que realmente ayuda a alguien es tu total aceptación de cómo son las cosas, cuando no tratas de cambiar algo desde el nivel mental y realmente te conectas con ese alguien y abres la puerta al amor y la compasión por esa persona.
JOSHUA vía Pamela Kribbe
Aplicación de la objetividad
Adquirir objetividad y conciencia significa lograr que ciertas percepciones de la mente entren en el cuerpo. Esto supone fusionarse con las percepciones que son ciertas y vivirlas para que su poder y nuestra energía se conviertan en una misma cosa.
Tomemos, por ejemplo, esta verdad: «El cambio es constante.» Mentalmente podemos asimilar esta enseñanza sin demasiada dificultad. Pero cuando se produce un cambio en nuestra vida, cuando notamos que envejecemos, por ejemplo, o mueren personas queridas, o cuando las relaciones pasan de ser íntimas y amorosas a frías y distantes, esta verdad se convierte en aterradora. Con frecuencia necesitamos años para recuperarnos de algunos cambios, porque esperábamos que aquello, sea lo que fuere, continuara siempre igual. Todo el tiempo sabíamos que cambiaría, pero no podemos evitar esperar que la energía del cambio no pase por esa parte de nuestra vida.
Aun cuando la verdad «El cambio es constante» nos parezca una enemiga que barre una parte feliz de nuestra vida, los períodos de soledad llegarán a su fin y comenzará una nueva parte de la vida. La promesa contenida en «El cambio es constante» es que a los fines siempre siguen nuevos comienzos.
La conciencia es la capacidad para soltar lo viejo y abrazar lo nuevo, con el conocimiento de que todas las cosas acaban y comienzan en el momento oportuno. Es difícil aprender a convivir con esta verdad porque los seres humanos buscamos estabilidad, es decir, la ausencia de cambio. Por lo tanto, tomar conciencia significa vivir por completo en el momento presente, sabiendo que ninguna situación ni persona será exactamente igual mañana. Cuando se produce el cambio, nos esforzamos en interpretarlo como una parte natural de la vida y en «fluir con él, como recomienda el Tao Te Ching, y no en contra de él. Intentar que las cosas sigan siempre igual es inútil, además de imposible. Nuestra tarea es aportar lo mejor de nuestras energías a cada situación, comprendiendo que influimos en lo que vamos a experimentar mañana, pero que no lo controlamos.
Tomar consciencia
El objetivo de tomar consciencia no es burlar a la muerte ni hacerse inmune a la enfermedad, sino ser capaz de afrontar todos y cada uno de los cambios de la vida y el cuerpo sin miedo, tratando solamente de asimilar el mensaje de la verdad contenido en ellos. Considerar la ampliación de la conciencia -por ejemplo, mediante la meditación- como un seguro contra la enfermedad física es interpretar mal su finalidad.
El objetivo de tomar consciencia no es dominar lo físico, sino aceptar la vida y sus consecuencias como un aprendizaje para elevar la conciencia hacia una verdad que esta más alla de las capacidades de la mente. El mundo y el cuerpo físicos nos sirven de maestros en este camino.
De acuerdo con esta percepción, sanar el miedo a la muerte y a morir es un aspecto de la serenidad que el espíritu humano es capaz de lograr a través del viaje hacia la toma de consciencia. Cuando una persona que ha conseguido ampliar la conciencia atravesando el puente entre este mundo y el siguiente habla de su consuelo al saber que la vida continúa, se disuelven inmediatamente algunos de nuestros miedos.
Desarrollo de la mente impersonal y la visión simbólica
Desarrollar la mente impersonal es tarea de toda la vida, en parte porque es un desafío muy importante y en parte porque nos lleva a las profundidades de nuestras ilusiones y miedos. Tenemos que reconstruirnos de dentro hacia fuera, proceso que siempre produce numerosos cambios en nuestra vida. Aún no he conocido a la persona que al seguir un camino de despertar consciente no haya tenido que pasar por un período de «espera», durante el cual su interior se reconstruye. Y como ocurre en todos los asuntos del espíritu, una vez que se inicia el camino no hay vuelta atrás.
Desarrollar una mente impersonal requiere respetar el cuerpo, la mente, y el espíritu y en ello influye como nos alimentamos. «No comer alimentos basura ni pensar pensamientos basura».
El desafío espiritual de «esperar»
Para transformarse en una persona diferente aporta más al mundo que financiar o realizar un gran proyecto. Esto puede resultar difícil de entender. No estamos acostumbrados a valorar lo que no podemos ver, y no podemos ver el poder que emite una psique sana. Así, aquellas personas cuyo trabajo es «esperar para hacerse» suelen considerarse inútiles.
«esperar para hacerse» es el sentido simbólico de ser «llamado a ordenarse», es decir, permitir que lo Divino despierte esa parte del espíritu que contiene la esencia de lo que la persona es capaz de aportar a los demás y a sí misma.
Una persona que desarrolla esa espera suele llevar una vida humilde y profundamente espiritual, durante la cual ora pidiendo que se le muestre un camino de servicio. La paciencia, constancia y confianza te facilitaran escuchar a tu guía interior, y te guiara para convirtir tu vida en una afirmación del poder de confiar totalmente en que Dios proveerá todas tus necesidades.