¿Qué son los metales pesados? ¿Cómo afectan a la salud?

Desde el punto de vista puramente químico, los metales pesados se definirían como aquellos elementos metálicos cuyo peso especifico es mayor de 5 g/cm3 o con numero atómico superior a 20. Pero una definición más practica del metal pesado seria la de clasificar como tales aquellos que por sus efectos tóxicos y persistencia con considerados como polucionantes ambientales.

Todos los metales que puedan dar problemas de contaminación ambiental existen de forma natural en rocas, suelos, aguas, aire, aunque casi todos en concentraciones mínimas que no causan efectos adversos. Es el resultado de la actividad Humana principalmente lo que va a incrementar estas cantidades.

Las personas que en su organismo tienen carga de metales pesados, dificulta el proceso de reacondicionamiento que se produce con los armonizadores personales Nytia, por este motivo aconsejamos realizar un test de metales pesados y realizar algún proceso de eliminación de los mismos. Este proceso es importante que sea pautado por profesionales.

Un concepto borroso

El término “metal pesado” no está muy bien definido. A veces, se utiliza como criterio de densidad para determinar si un metal es pesado o no. Otras veces, el número atómico y el peso atómico son los criterios empleados. Básicamente, son un grupo de elementos químicos cuya densidad es superior a cinco gramos por cm3.

Es muy importante dejar claro que no todos los metales pesados son tóxicos. Además, muchos son esenciales para la salud del ser humano en bajas concentraciones ya que permiten a nuestro cuerpo funcionar bien. Es el caso del cobalto, del hierro y del zinc, entre otros. Sin embargo, una concentración elevada de estos metales pesados en nuestro organismo es a menudo perjudicial.

Por desgracia en nuestro cuerpo se acumulan cada día una gran cantidad de toxinas. Dichas toxinas proceden sobre todo de los alimentos que consumimos, pero también de la contaminación o hábitos poco saludables como fumar o beber. El estrés o la falta de sueño y descanso también impiden la liberación de hormonas “buenas” sin las que el cuerpo retiene toxinas que hacen que te sientas cansado, triste o que puedas desarrollar enfermedades graves en el futuro.

¿Cómo estamos expuestos a los metales pesados?

Con el desarrollo tecnológico, el consumo masivo y la enorme producción de desechos, la presencia de los metales pesados es increíblemente importante en el ambiente.
El agua: debido a una descontaminación insuficiente del agua o a algunos tipos de tuberías, tal vez estemos ingiriendo a diario metales pesados a través del agua que bebemos, con la que nos duchamos, limpiamos o cocinamos.
El aire: el aire que solemos respirar está contaminado por la industria, la combustión de los coches… Los metales pesados se acumulan en el aire en forma de partículas que respiramos o que se incorporan a nuestro organismo por la piel.
Los alimentos: en agricultura o ganadería se utilizan productos nocivos que transportan metales pesados, lo que contamina plantas, verduras, frutas, carnes e incluso pescados.
Cocción de los alimentos: Las herramientas que se utilizan para preparar los alimentos, como por ejemplo las ollas y sartenes, están elaborados ya sea por uno o por varios metales, y en unos más y en otros algo menos, según su utilización puede haber carga de metales pesados. Tambien es muy importante la fuente de calor, calentar con microondas o cocina inducción aporta metales pesados a nivel monoatómico.

¿Cuáles son los riesgos?

 

Si entra demasiado metal al cuerpo, puede causar intoxicación por metales pesados. La intoxicación por metales pesados puede provocar problemas graves de salud, como daño a órganos, cambios de comportamiento y dificultades con el pensamiento y la memoria. Los síntomas específicos y cómo lo afectan a usted dependen del tipo de metal y de cuánto hay en el cuerpo.

Te damos unos ejemplos.
Plomo: anemia, esclerosis, fatiga y cáncer de riñón.
Mercurio: autismo, depresión y problemas del aparato respiratorio.
Cadmio: cáncer de próstata, bronquitis, infertilidad y enfermedades vasculares.
Cobre: daño en el hígado, los riñones, anemia, irritaciones del intestino delgado e intestino grueso.
Manganeso: daño en el páncreas, el hígado, el sistema nervioso central, asociado al Parkinson.
Zinc: dolor de estómago e infección de las mucosas.

¿Como conocer si se tiene carga de metales pesados en el organismo?

a) Mediante una prueba de sangre de metales pesados. Una prueba de sangre de metales pesados es un grupo de pruebas que miden los niveles de metales potencialmente dañinos en la sangre. Los metales que más comúnmente se analizan son el plomo, el mercurio, el arsénico y el cadmio. Los que menos comúnmente se analizan son el cobre, el zinc, el aluminio y el talio.

b) Más sencillo y sin ser invasión es realizar un test de kinesiología especifico de la carga de metales pesados, y al mismo tiempo preguntar por las fuentes que han ocasionado esta carga. (Realízalo con un profesional de tu confianza)
Los metales pesados se encuentran naturalmente en el medio ambiente, en ciertos alimentos, medicamentos, en el agua e incluso por cocinar con horno microondas o cocina de inducción. Este test tiene la ventaja sobre el anterior, que no es invasivo y al mismo tiempo podemos conocer la fuente de donde proviene esos metales pesados.

c) Otros métodos también para consultarlo es el test del pulso o biorresonancia pendular, en ambos también puedes al igual que el anterior conocer de donde proviene la contaminación.(Realízalo con un profesional de tu confianza)

El cuerpo cuenta con algunas herramientas para deshacerse de la carga de metales pesados:

El hígado, los riñones, los pulmones, los intestinos y la piel son los encargados de limpiar nuestro organismo.

El hígado procesa las sustancias tóxicas y, a través de la sangre, las envía a los riñones para que sean eliminadas a través de la orina o mediante la bilis a los intestinos para que las expulsen en forma de heces. En el hígado pueden originarse hasta 12 tipos de cáncer por lo que es muy importante mantenerlo limpio.

La piel por su parte elimina toxinas a través del sudor, limpiando también su capa más externa.

El papel de los pulmones es el de aportar el oxígeno fresco necesario para limpiar y realizar estas funciones.

Sin embargo la eliminación de metales pesados del cuerpo contando únicamente con nuestras herramientas del propio organismo no es fácil. Por este motivo debemos ayudarnos facilitar este trabajo ayudando a eliminarlos.

¿Cómo eliminar los metales pesados de nuestro organismo?

El simple hecho de llevar un armonizador personal Nytia, ya facilita el proceso de eliminación de materiales pesados del organismo a niveles monoatómicos, sin embargo para profundizar y agilizar la descarga del organismo a nivel fisico, aconsejamos debido a la seriedad de este proceso, recurrir a un terapeuta especialista, aquí a modo de ejemplo te damos algunas opciones:

a) Ciertos alimentos pueden ayudar a reducir o eliminar algunos metales pesados:
Cilantro: ayuda a eliminar mercurio o plomo.
Brócoli: estimula el proceso natural depurativo de nuestro cuerpo y la eliminación de tóxicos. Es fundamental consumir brócoli de cosecha orgánica, el cultivo industrial del brócoli es de los que mas pesticidas puede contener.

b) Suplememtos para eliminar algunos metales pesados:

Alga Chlorella: tiene un elevado efecto desintoxicante de los metales pesados y otras sustancias dañinas. Tiene efecto quelante, atrapa los metales para que puedan ser eliminados del organismo.
Zeolita: elimina los metales pesados del organismo, limpiando la sangre, el estómago, los sistemas linfático y glandular. más información

c) Baños de asiento con cola de caballo (Equisetum arvense L. Telmateja) es otra opción o complemento con alguna de las anteriores. 
Preparación: 100 g. de Cola de caballo se dejan toda la noche a remojo; al día siguiente se calienta todo y cuando rompa a hervir se cuela el liquido, que se mezcla con el agua del baño. Duración del baño 20 minutos. Después de este baño no hay que secarse, sino envolverse en una toalla grande o en un albornoz y quedarse una hora bien tapado en la cama

¿Cómo se prepara un baño de asiento?
Este baño consiste simplemente en cubrir con agua la parte de tu cuerpo que va desde la zona inferior del abdomen hasta la mitad de los muslos. Puedes dártelo en la propia bañera o en algún asiento de ortopedia, específico para este fin, que puedas adaptar a ella, al bidé o incluso al sanitario.

Lo más importante a la hora de realizar el baño es controlar la temperatura del agua y saber cuándo puede resultar conveniente añadirle algún producto natural, como hierbas o plantas medicinales, que potencien sus beneficios.

Lo importante, lo fundamental en Nytia, es lo que no se ve