Chakra Sacro o púbico – SVADHISTHANA: Derecho a sentir.
El poder de las relaciones y el derecho a sentir por lo tanto aquí se manifiesta la Capacidad de relacionarse con los demás. El centro del sacro es uno de los cuatro centros motor (de energía). Una poderosa fuente de energía, vitalidad y persistencia. Funciona a pulsos. Este centro proporciona la energía generativa para sustentar la continuidad de la forma (vida), es la fuerza vital creativa. Esta chakra hace eco del poder que va y viene entre el yo (plexo solar) y los demás (raíz).
El segundo chakra es el chakra de las relaciones,(pareja, familiares, laborables, amistades, naturaleza) Su energía comienza a vibrar y a hacerse notar alrededor de los siete años. A esa edad los niños comienzan a relacionarse con otros niños y adultos con más independencia de sus padres y fuera del entorno hogareño. Por medio de estas primeras interacciones comienzan a individualizarse, a entablar relaciones y a explorar su poder de elección. Con el segundo chakra, la energía pasa de obedecer a la autoridad tribal a descubrir otras relaciones que satisfacen necesidades físicas personales. Pese a ser un chakra físicocuya energía nos impulsa a relacionarnos con fuerzas externas, el segundo chakra es una fuerza potente.
La energía del segundo chakra nos proporciona los instintos e intuiciones básicos para sobrevivir, el instinto de supervivencia necesario para estar en este mundo, es una prolongación de la energía del Respetaos mutuamente
Ubicación: Parte inferior del abdomen hasta la zona del ombligo. parte frontal hueso púbico y posterior hueso sacro.
Chakras con los que interactúa, Con el Raíz, Plexo Solar, Bazo, Corazón central, Garganta. Gobierna Chakras secundarios de las gónadas (ovarios mujeres, testículos hombres)
Conexión energética con el cuerpo físico: Órganos sexuales, vértebras inferiores, pelvis, zona de las caderas, vejiga e interactúa con intestino delgado y las glándulas del sistema reproductivo, semen, plasma sanguíneo, saliva, corteza y medula suprarrenal.
Disfunciones físicas: Las enfermedades que se originan en este centro de energía son activadas por el miedo a perder ese dominio. El cáncer de próstata y de ovario, el dolor crónico en la parte baja de la espalda y las caderas, ciática, dolor pélvico, potencia sexual, problemas urinarios y la artritis son algunos de los trastornos de salud más comunes. Los problemas durante la menopausia, como los sofocos y la depresión, son disfunciones energéticas del segundo chakra. Los fibromas son consecuencia de la energía creativa del segundo chakra que no dio a luz y de la energía vital dirigida a trabajos o relaciones sin futuro.
Conexión energética con el cuerpo emocional/mental: Este chakra se hace eco de la necesidad de relacionarnos con otras personas y de la necesidad de dominar hasta cierto punto la dinámica de nuestro entorno físico. Todo aquello a lo que nos adherimos para mantener el dominio sobre nuestra vida externa, como la autoridad, otras personas o el dinero, está ligado, mediante el segundo chakra, a nuestro campo energético y cuerpo físico.
Manifestaciones mentales y/o emocionales, Acusación y culpabilidad, dinero y sexualidad, poder y dominio, creatividad, Ética y honor en las relaciones.
Conexión simbólica/perceptiva: La energía de este chakra nos capacita para generar un sentido de identidad personal y fronteras psíquicas protectoras. Mientras evaluamos constantemente nuestra fuerza personal en relación con el mundo externo y sus rostros físicamente seductores (relaciones sexuales, sustancias adictivas u otras personas), la energía del segundo chakra de un ego físico sano nos capacita para relacionarnos con ese mundo sin tener que negociar o «vendernos»; es la energía de la autosuficiencia, el instinto de supervivencia necesario para estar en este mundo.
Miedos principales: Miedo a perder el dominio y a ser dominado por otro, mediante el poder dominador de acontecimientos o trastornos como la adicción, la violación sexual, la traición, la impotencia, las pérdidas económicas, el abandono por parte de un socio principal o colegas profesionales, etc. También, temor a perder el poder del cuerpo físico.
El lado oscuro de los temas del segundo chakra se compone de nuestros miedos predominantes: violación, traición, pérdida económica y pobreza, abandono, soledad, impotencia e incapacidad de cuidar de nosotros mimos. Cada uno de estos temores tiene el poder de dominarnos y de gobernar nuestros actos toda la vida.
Fuerzas principales: El poder de las relaciones. La capacidad y la energía para sobrevivir por uno mismo económica y físicamente, defenderse y protegerse, es el instinto de «luchar o huir»; la capacidad de arriesgarse; la resistencia para recuperarse de una pérdida, sea de familiares, pareja, socios, propiedad, trabajo o dinero; el poder para rebelarse y restablecer una vida; y la capacidad y el talento para tomar decisiones personales y profesionales.
El Centro Sacral es uno de los cuatro Centro Motor (energía), por lo que tiene combustible suficiente para manejar la presión que ha ejercido el chakra Raíz. Este chakra junto con el 3 (plexo solar) tienen acceso a las creencias personales que están en el cuerpo físico biológico (celular)
INTERRELACIÓN ENTRE CHAKRAS séptimo y segundo «La glándula pineal, que suele asociarse con el séptimo chakra, es rica en un derivado de la serotonina, llamado melatonina. Este compuesto se metaboliza fácilmente en una molécula de tres anillos llamada 10-metoxiharmalano, dotada de propiedades alucinógenas, es decir, que induce visiones interiores. La glándula pineal contiene fotoreceptores y… la luz y las experiencias visionarias desempeñan un papel importante en ese plano de la conciencia. Los estudios parecen indicar que la melatonina y la glándula pineal en general presentan efectos de inhibición sobre las glándulas femeninas y masculinas de los mamíferos. Y también se cumple la recíproca, es decir que las hormonas sexuales como la testosterona, los estrógenos y la progesterona, inhiben a su vez al secreción de melatonina. De ahí cabe deducir que la actividad sexual, por cuanto estimula dichas hormonas, podría afectar negativamente a la apertura de ese chakra del tercer ojo; inversamente, un exceso de actividad de los centros superiores tal vez perjudique el impulso sexual. Por desgracia las investigaciones se hallan en sus primeros balbuceos y no se dispone de pruebas suficientes para aventurar ninguna conclusión definitiva.»
INTERRELACIÓN ENTRE CHAKRAS Tercero afectando a segundo y cuarto
«Muchas veces este centro sirve como bloqueo entre el corazón y el sexo. Si estos dos están abiertos y el plexo solar bloqueado, ambos funcionarán por separado; es decir, el sexo no estará profundamente conectado con el amor y viceversa. Ambos se conectan muy bien cuando la persona es conciente de su propia existencia, firmemente enraizada en el universo físico, y de la larga línea histórica de seres humanos que han servido para crear el vehículo material que ahora posee. No debemos infravalorar en ningún caso que cada uno de nosotros es un ser profundamente físico.
El Centro Sacral es uno de los cuatro Centro Motor (energía), por lo que tiene combustible suficiente para mangar la presión que ha ejercido el chakra Raíz
Este este chakra es gobernado por el Jivatma (alma individual).
El Sacro esta asociado con El centro (combustible) pránico del ombligo es el centro de combustible (prana). cuando esta abierto, funcionando armónicamente y equilibrado en vórtices anterior y posterior, aporta prana a este centro, en caso contrario, consume prana de este centro
Cuerpo o envoltura con las que interactúa o Gobierna. Gobierna el cuerpo físico biológico, dimensión 1, e interactúa con la envoltura mental dimensión 3.
Elemento que predomina y lo nutre: elemento Agua, sentido de percepción el gusto, el órgano de acción aparato urinario, el contacto con el agua y la naturaleza es básico para este chakra y para manifestar el poder y seguridad en las relaciones y en el trabajo.
Verdad sagrada segundo chakra
La verdad sagrada inherente al segundo chakra es Respetaos mutuamente. Esta verdad se aplica a nuestro modo de relacionarnos entre nosotros y con todas las formas de vida. Desde el punto de vista espiritual, todas las relaciones que formamos, desde las más superficiales hasta las más íntimas, nos ayudan a hacernos más conscientes.
La energía del segundo chakra entraña una dualidad. La energía unificada del primer chakra, representada por la mente tribal, se divide en polaridades en el segundo chakra. A esta división de fuerzas se le ha dado muchos nombres: yin/yang, amma/animus, masculino/femenino, sol/luna. Comprender el significado de esta dualidad de opuestos es la clave para trabajar con los temas del segundo chakra.. Expresiones muy conocidas, como «lo semejante atrae a lo semejante» y «cuando el discípulo está preparado aparece el maestro», reconocen que hay una energía actuando «entre bastidores», que al parecer organiza cuándo y dónde conocemos a las personas, y siempre en el momento oportuno. El desafío espiritual del segundo chakra es aprender a relacionarnos conscientemente con los demás, a formar uniones con personas que contribuyen a nuestro crecimiento y a dejar las que nos lo impiden.
La ciencia física reconoce la energía del segundo chakra como la ley de causa y efecto (por cada acción hay una reacción igual y opuesta) y la ley del magnetismo (los objetos con cargas contrarias se atraen). Aplicadas a las relaciones, estas leyes significan que generamos modalidades de energía que nos atraen personas que en cierto sentido son opuestas a nosotros, personas que tienen algo que enseñarnos. Nada ocurre al azar; antes de entablar cualquier relación, le abrimos la puerta con la energía que estábamos generando. Esta realidad es la que hace tan delicioso el aprendizaje sobre el dualismo del segundo chakra; cuanto más conscientes nos hacemos, más conscientemente podemos utilizar la energía del segundo chakra.
(fuente ´anatomía del espíritu´ Caroline Myss)
El poder de elección
La energía del segundo chakra nos sirve para evolucionar y trascender la energía colectiva de la tribu. La elección nace de los opuestos, y la dualidad de! segundo chakra nos impulsa a elegir en un mundo de opuestos, de modalidades de energía positiva y negativa. Cada elección que hacemos aporta una sutil corriente de nuestra energía al Universo, que es sensible a la influencia de la conciencia humana.
Administrar o manejar el poder de elección, con todas sus consecuencias creadoras y espirituales, es la esencia de la experiencia humana. Toda enseñanza espiritual tiene por finalidad estimularnos a reconocer que el poder de elegir es la dinámica que convierte el espíritu en materia, la palabra en carne. La elección es el proceso mismo de la creación.
El hecho de que nuestras elecciones entretejan nuestro espíritu en los acontecimientos es el motivo de que las principales tradiciones espirituales se hayan formado en torno a una enseñanza esencial: elige sabiamente, porque cada elección que haces es un acto creador de poder espiritual del cual eres responsable. Además, cualquier elección hecha a partir de la fe tiene todo el respaldo del poder del cielo, de ahí que «la fe del tamaño de un grano de mostaza puede mover una montaña», pero cualquier elección hecha a partir del miedo es una violación de la energía de la fe.
Sin embargo, la elección tiene un aspecto misterioso, porque jamás sabremos completamente el resultado total de ninguna elección que hagamos. Una enseñanza primordial del segundo chakra es la naturaleza paradójica de la elección. Lo que parece correcto puede resultar que estaba equivocado; lo que parece bueno puede acabar siendo malo. Justo cuando todo va sobre ruedas, el caos lo estropea todo.
Paradójicamente, si bien la energía del segundo chakra nos inclina a tratar de controlar nuestra vida, la enseñanza es que no podemos estar al mando. Somos seres físicos y energéticos, pero, dado que el mundo externo no se puede controlar, la tarea que tenemos por delante es dominar nuestras reacciones interiores al mundo externo, es decir, nuestros pensamientos y emociones.
En todo caso, todos batallamos en un ciclo aparentemente interminable de decepciones en el cual tratamos de controlar nuestra vida. Buscamos sin cesar una elección fantástica que lo ponga todo en orden permanente, deteniendo el movimiento del cambio lo suficiente para establecer un control definitivo sobre todos y todo. ¿Es ésa la profesión ideal? ¿Es ése el cónyuge ideal? ¿Es ésa la ubicación geográfica ideal? Al buscar constantemente esa única elección correcta, damos forma al miedo al ritmo cambiante que es la vida misma. Al buscar a esa sola persona o cosa externa que nos proporcione paz, estabilidad, amor y salud para siempre, dejamos de lado el poder más auténtico que está «detrás de nuestros ojos, no delante». La verdad contenida en la naturaleza paradójica del dualismo es la siguiente: No es lo que elegimos lo que importa; el poder para influir en el resultado está en el motivo para hacer determinada elección.
El reto que nos presenta el segundo chakra es conocer qué nos motiva a elegir lo que elegimos. Conociendo nuestros motivos conoceremos el contenido de nuestro espíritu.
¿Estamos llenos de miedo o llenos de fe? Cada elección que hacemos contiene la energía de la fe o la del miedo, y el resultado de toda decisión reflejará hasta cierto punto esa fe o ese miedo. Esta dinámica de la elección nos garantiza que no podemos huir de nosotros mismos ni de nuestras decisiones.
Las energías del segundo chakra sacan sutilmente a la luz recuerdos de los que es necesario liberarse, provocando constantemente el deseo de tomar medidas y actuar para ser más sanos física y espiritualmente.(fuente ´anatomía del espíritu´ Caroline Myss)
La energía ética
El segundo chakra es el centro ético del cuerpo. Aunque las leyes están conectadas con el primer chakra, la ética y la moralidad personal residen en el segundo chakra. Los órganos del segundo chakra «registran» todos aquellos actos interpersonales en los que «damos nuestra palabra», hacemos promesas, aceptamos promesas, y nos comprometemos con otras personas. Un sólido código ético personal irradia un tipo de energía perceptible. Esta parte de nuestra biología también registra las promesas que nos hacemos a nosotros mismos y todo tipo de decisiones para «remodelar» ciertos comportamientos.
El orden físico del que se encarga el segundo chakra hace que nos sintamos seguros, y sus leyes, que notemos la existencia de control en nuestro entorno. La ética y la moralidad del segundo chakra nos proporcionan un lenguaje mediante el cual podemos comunicar lo que aceptamos y lo que no aceptamos en las relaciones humanas. La ética tiene un enorme poder vinculador: buscamos la compañía de aquellas personas que comparten nuestro concepto del bien y el mal; cuando una persona se desvía de su carácter ético o moral, solemos descalificarla como compañera íntima. También necesitamos que nuestro dios sea un dios ordenado, y siempre tratamos de penetrar el código divino del bien y el mal, la recompensa y el castigo, intentando razonar por qué «les ocurren cosas malas a las personas buenas». Nos consuela creer que, si falla la justicia humana, la justicia divina se encargará de que todos reciban su «merecido».
Dado que el segundo chakra alberga todos nuestros miedos individuales de supervivencia, hemos construido un sistema jurídico externo que respalda cierta apariencia de juego limpio, esencial para nuestro bienestar. Ejercer el poder jurídico, o incluso únicamente utilizar el vocabulario jurídico, ofrece una especie de válvula de escape a las presiones que se acumulan en el segundo chakra. El sistema jurídico, al menos en teoría, es un medio para determinar la culpa y castigar las violaciones; con frecuencia, el veredicto de inocencia se considera una cuestión de honor, y la indemnización económica que recibe la víctima representa la restitución de cierta dignidad personal. Esta dinámica es la versión social de la verdad sagrada Respetaos mutuamente.
La necesidad de juego limpio y de ley y orden la sentimos en nuestra biología, donde observamos las leyes físicas de la salud, como el ejercicio, la buena nutrición, la regulación consciente del estrés y cierta medida de coherencia y orden. Estas leyes indican a nuestra biología que estamos físicamente a salvo y confiamos en nuestro entorno. La inestabilidad, por el contrario, mantiene constante y a toda marcha el flujo de adrenalina, y en continuo estado de alerta el mecanismo de «lucha o huida». El cuerpo no puede soportar un período prolongado de estrés sin producir reacciones biológicas negativas. Las úlceras y las migrañas son dos de los indicadores más comunes de que el caos en la vida de una persona se ha hecho insoportable.
(fuente ´anatomía del espíritu´ Caroline Myss)
La energía del dinero
Dentro de la psique de cada uno vive un elemento de la prostituta, esa parte de nosotros mismos que posiblemente podría ser dominada por la cantidad apropiada de dinero. La prostituta interior puede surgir en los tratos de negocios o en las relaciones personales, pero inevitablemente nos encontraremos con ella.
El dinero, como la energía, es una sustancia neutra que coge su rumbo de la intención de la persona. Un aspecto más fascinante del dinero, sin embargo, es que podemos imbricarlo en la psique humana a modo de sucedáneo de la fuerza vital. Por lo general, cuando una persona equipara el dinero a la fuerza vital —sustitución que suele ser inconsciente, las consecuencias son negativas, porque cada céntimo que gasta es también un gasto inconsciente de energía. La escasez de dinero se traduce, también inconscientemente, en escasez de energía en el cuerpo.
La percepción errónea del dinero como fuerza vital, combinada con una repentina pérdida de dinero, puede activar varios tipos de crisis de salud: cáncer de próstata, impotencia, endometriosis, problemas ováricos, dolor en la parte baja de la espalda o ciática. El hecho de que tantos trastornos físicos generados por apuros económicos se manifiesten en los órganos sexuales es una expresión simbólica de la energía del falo, el dinero se ha equiparado a la potencia sexual.
Hasta cierto punto, todos relacionamos en la psique el dinero con la fuerza vital. El desafío es conseguir, si podemos, una relación con el dinero en la que éste esté separado de nuestra fuerza vital, pero al mismo tiempo sea atraído hacia nuestra energía de forma fácil y natural. Cuanto más impersonal es nuestra relación con el dinero, más posibilidades tenemos de hacer que su energía entre en nuestra vida cuando la necesitamos.
No podemos negar que el dinero tiene influencia en el mundo simbólico o energético. Expresiones como «Las palabras no valen, lo que cuenta es el dinero», aluden a la creencia de que lo que la gente hace con el dinero dice más sobre sus motivos que las intenciones expresadas verbalmente.
El dinero es el medio por el cual hacemos públicos nuestros objetivos y creencias íntimos. La energía precede a la acción, y la calidad de nuestras intenciones influye mucho en los resultados.
Las creencias sobre el dinero influyen también en las actitudes y prácticas espirituales. La creencia de que Dios bendice a quienes se esfuerzan por hacer el bien, recompensándolos económicamente, está muy arraigada, como lo está también la de que prestar ayuda económica a otros mediante obras de caridad nos garantiza que estaremos protegidos contra la pobreza. Estas y otras muchas creencias del mismo género reflejan la idea más elevada de que Dios se comunica con nosotros mediante nuestras finanzas y, a la inversa, de que nosotros nos comunicamos con Dios mediante actos financieros.
Que estas actitudes estén basadas en la mitología o la verdad no hace al caso. Creemos en esas sentencias, y por ese solo hecho deberíamos comprender que hemos ligado el dinero con la fe.
La relación más sabia que podemos tener con el dinero es considerarlo una sustancia que la fe puede aportar a la vida. Anteponer la fe al dinero lo baja de categoría, convirtiéndolo de jefe en servidor, que es su puesto apropiado. La fe que trasciende al dinero libera a la persona para seguir su orientación intuitiva sin conceder una autoridad innecesaria a las preocupaciones económicas. Evidentemente, mientras formemos parte del mundo físico hemos de respetar su código de honor respecto a las deudas y los pagos, y adoptar una relación sensata con el dinero, pero, aparte de eso, éste no merece más atención.
El solo hecho de comenzar a establecer esa fe es una señal de madurez espiritual. Una persona espiritual mente madura puede actuar según una orientación que a una persona motivada por el dinero le parecería tonta o arriesgada. En muchos mitos espirituales, el cielo se comunica con la persona que tiene fe y luego la dirige proveyéndola diariamente de «maná del cielo» para que pueda realizar la tarea asignada. Estos mitos tienen mucho del sentido simbólico de la sefirá de Yesod. Parte del maná recibido incluye energía económica. En ninguna parte de la literatura espiritual, que yo sepa, se cuenta el caso de alguien que haya lamentado seguir la orientación divina.
El desafío de administrar la energía sexual
La sexualidad y todas nuestras actitudes hacia ella están impresas en el segundo chakra. La sexualidad es un poder sin refinar, el poder para formar lazos sólidos y una unión íntima con otra persona, con la cual podemos producir y sustentar vida. Tener una pareja y formar una familia, con o sin hijos, representa para nosotros estabilidad como adultos. Encontrar una pareja para la vida también incluye formar una unión con una persona del mismo sexo. Romper las restricciones culturales que obligan a la gente a atenerse a formas reducidas y limitadas de expresión sexual ha permitido a las personas buscar compañía según sus necesidades. Así, la comunidad homosexual ha iniciado su viaje hacia la conquista de la dignidad dentro de un mundo predominantemente heterosexual.
El segundo chakra contiene el deseo de crear vida y también la capacidad para hacerlo. El embarazo y el parto unen las fuerzas «dualistas” entre dos personas de forma más tangible que cualquier otra expresión de unidad.
(fuente ´anatomía del espíritu´ Caroline Myss)
El desafío de administrar la energía creativa
Las energías del segundo chakra necesitan crear vida, «mover la tierra», dejar una impresión o contribución en el continuo de la vida. A diferencia de la inspiración, que es cualidad del séptimo chakra, la energía creativa es esencialmente física, terrenal, está conectada a la tierra. Es la sensación de estar físicamente vivo. La energía del segundo chakra nos proporciona los instintos e intuiciones básicos para sobrevivir, como también el deseo de crear música, arte, poesía y arquitectura, y la curiosidad para investigar la naturaleza en las ciencias y la medicina. La energía creativa nos atrae hacia un diálogo interior con las polaridades del yo, nuestras inclinaciones conflictivas, y nos impulsa a formar relaciones externas para resolver esas polaridades.
La energía creadora nos saca de las modalidades habituales de comportamiento, pensamientos y relaciones. El hábito es un infierno al que se aferran las personas con el fin de detener la corriente del cambio. Pero la energía creativa desafía la repetición del hábito. Estas dos fuerzas, la repetición y la creatividad, están reñidas entre sí dentro de la psique humana y nos impulsan a dar un sentido personal y otra forma al caos de nuestro mundo.
La energía del segundo chakra es uno de los principales recursos para hacer frente a los acontecimientos cotidianos, ofreciendo soluciones creativas a los problemas mentales, físicos y espirituales. La obstrucción de esa energía puede dar origen a problemas de impotencia, infertilidad, infecciones vaginales, endometriosis y depresión. También obstaculiza nuestra maduración espiritual, como si dijera: «Ya no quiero ver más, no quiero profundizar más, no quiero participar en el proceso de aprendizaje de la vida.» Si se le permite circular, la energía creativa actuará continuamente para dar otra forma a nuestra vida y revelarnos más sobre por qué las cosas ocurren como ocurren de lo que podríamos entender solos.
(fuente ´anatomía del espíritu´ Caroline Myss)
El poder personal del segundo chakra
Sí bien la creatividad, la sexualidad, la moralidad y el dinero son formas de la energía de poder del segundo chakra, es también necesario hablar del deseo de poder personal. El poder es una manifestación de la fuerza vital. Necesitamos poder para vivir, prosperar, funcionar. La enfermedad, por ejemplo, es la compañera natural de las personas impotentes. Todo lo que atañe a la vida está, de hecho, ligado a nuestra relación con esta energía llamada poder.
Sentimos una sensación de poder a la altura del primer chakra, cuando estamos con un grupo de personas a las que, en cierto modo, nos hallamos unidos como por una corriente eléctrica. Un ejemplo de este tipo de poder es el entusiasmo de los hinchas deportivos o los que participan en una campaña política; el entusiasmo une a las personas que respaldan al mismo equipo o la misma causa. El tipo de poder del segundo chakra, sin embargo, expresa esta energía en formas físicas, como el materialismo, la autoridad, el dominio, la propiedad, el atractivo sexual, la sensualidad, el erotismo y la adicción. Todas las formas físicamente seductoras que puede adoptar el poder están energéticamente conectadas con el segundo chakra. Y a diferencia del poder del primer chakra, cuya naturaleza es grupa!, el segundo tiene una naturaleza uno-uno. Cada uno de nosotros, como persona individual, necesita explorar su relación con el poder físico. Necesitamos saber cómo y cuándo estamos dominados por un poder externo y, si es así, a qué tipo de poder somos más vulnerables.
El poder es la fuerza vital, y nacemos conociéndolo. Desde que somos pequeños nos ponemos a prueba y ponemos a prueba nuestra capacidad para saber qué y quién tiene poder, para aprender a adquirir poder y a utilizarlo. Mediante estos ejercicios infantiles descubrimos si tenemos lo que hace falta para adquirir poder. Si lo tenemos, comenzamos a soñar con lo que nos gustaría realizar de mayores. Pero si decidimos que somos incapaces de atraernos la fuerza vital, comenzamos a vivir en una especie de «deuda de poder». Nos imaginamos sobreviviendo solamente gracias a la energía de otras personas, no a la nuestra.
(fuente ´anatomía del espíritu´ Caroline Myss)