Chakra Corona – SAHASRARA: derecho a saber.

Séptimo chakra: Derecho a saber, el conector espiritual

¿Estoy tratando de responder las preguntas de todos los demás?

El séptimo chakra es el que nos conecta con nuestra naturaleza espiritual y la capacidad para incorporar la espiritualidad a nuestra vida y permitirle que nos guíe. SÍ bien todo el sistema energético está animado por el espíritu, el séptimo chakra está directamente orientado a la búsqueda de una relación íntima con lo Divino. Es el chakra de la oración. Es también nuestra “cuenta corriente de gracia”, el banco donde depositamos la energía que amasamos mediante pensamientos y actos de bondad, y mediante actos de fe y de oración. Nos capacita para adquirir una intensa conciencia interior mediante la meditación y la oración. El séptimo chakra representa nuestra conexión con la dimensión trascendental de la vida.

Aquí es donde se forman las preguntas, las dudas de la vida. Es el centro que presiona al Centro Ajna para que se ponga a reflexionar. Es un Centro que invita a reflexionar, a pensar sobre las diferentes cuestiones de la vida y nos ayuda a expandir nuestros conocimientos. Quien tiene este Centro definido en su Diseño, tiene que tener cuidado con las preguntas que se hace.

El centro Corona es uno de los dos centros de presión mental, inspiración, preguntas, dudas y confusión que mueve la energía hacia los tres centros de conciencia, este es el centro de presión de Saber, de pensar. La cabeza  formula la pregunta que mueve la energía hacia el centro Ajna para que conceptualice. El combustible de los dos centros de presión es potente energía que se envía al centro del bazo, del plexo solar y sacral, donde se sigue perfeccionando el camino a la garganta donde se comunica

Ubicación: Coronilla.

Enseñanzas relacionadas con la espiritualidad.

Chakras con los que interactúa  el Centro ajna, corazón derecho (jivatma) y el corazón central que lo gobierna. También gobierna el chakra menor Altar Mayor (21)

Conexión energética con el cuerpo físico: El séptimo chakra es el punto de entrada de la fuerza vital humana, que se derrama sin cesar en el sistema energético humano, proveniente del macro-universo, de Dios o del Tao. Esta fuerza nutre el cuerpo, la mente y el espíritu. Se distribuye por todo el cuerpo físico y por los seis chakras inferiores, conectando todo lo físico con el séptimo chakra. La energía de este chakra influye en la energía de importantes sistemas corporales: el sistema nervioso central, el sistema muscular y la piel.

Biológicamente gobierna las glándulas pineal (epífisis), ojo derecho, piel, el hipotálamo, cerebro superior (hemisferio derecho), El cerebro superior modula cómo sentimos el mundo. conjuntamente con el entrecejo gobierna el sistema nervioso autónomo.

Disfunciones físicas: Trastornos energéticos, depresión mística, Agotamiento crónico no relacionado con la sensibilidad extrema a la luz, el sonido y a cualquier otro factor ambiental.

Conexión energética con el cuerpo emocional/mental: El séptimo chakra contiene la energía que genera la devoción, los pensamientos inspiradores y profetices, las ideas trascendentes y las conexiones místicas.

Manifestaciones mentales y/o emocionales: Capacidad de confiar en la vida, Valores, ética y valentía, humanitarismo, Generosidad, Visión global de las situaciones, Fe e inspiración, Espiritualidad y devoción

Conexión simbólica/perceptiva: El séptimo chakra contiene la forma más pura de la energía de la gracia o prana. Este chakra almacena la energía generada por la oración y la meditación y protege nuestra capacidad para la visión simbólica. Es el centro de energía para el conocimiento, la visión y la intuición espiritual que trasciende la conciencia humana corriente. Es el dominio místico, dimensión de una compenetración consciente con lo Divino.

Miedos principales: Los miedos relacionados con temas espirituales como “la noche oscura del alma”; miedo al abandono espiritual, pérdida de la identidad y pérdida de la conexión con la vida y las personas que nos rodean.

Fuerzas principales: Fe en la presencia de lo Divino y en todo lo que esa fe representa en la propia vida, por ejemplo, guía interior, intuición para sanar y un tipo de confianza que eclipsa los miedos humanos corrientes; devoción.

Este chakra es gobernado por Paramatma (alma divina) corazón central. Esta relacionado con la sanación karmica

El Centro corona esta asociado con El centro (combustible) del entrecejo. cuando esta abierto, funcionando armónicamente y equilibrado en vórtices anterior y posterior, aporta prana a este centro, en caso contrario, consume prana de este centro

Cuerpo o envoltura con las que interactúa o Gobierna. Gobierna la envoltura del intelecto (antahkarana o instrumento psicosomático interno), dimensión 3, interactúa y gobierna el cuerpo del alma individual en la dimensión 5 y 6 gobierna el alma individual en el grupal dimensión 8, interactúa en la dimensión 7 y 9 del alma grupal  y en todas la dimensiones superiores por encima de estas.

Elemento que predomina y lo nutre:

Verdad sagrada

La energía del séptimo chakra nos mueve a desear una conexión íntima con lo Divino en todo lo que hacemos. Este deseo espiritual de conexión es muy diferente del deseo de conexión con una religión. La religión es ante todo una experiencia de grupo cuya principal finalidad consiste en proteger al grupo, en especial de las amenazas físicas: enfermedad, pobreza, muerte, crisis sociales e incluso la guerra. La religión tiene sus raíces en las energías del primer chakra. La espiritualidad, por su parte, es una experiencia individual orientada a liberarnos de los miedos del mundo físico y buscar una relación con lo Divino. La verdad sagrada de este chakra es Vive en el momento presente.

La búsqueda de una conexión espiritual personal estremece el núcleo mismo de nuestro ser. La oración, consciente o inconsciente, para llegar a conocer directamente lo Divino reza más o menos así: O Dios!! Me entrego a ti en total y absoluta entrega, solo tu puedes guiar mi vida y cuidar de mi. Palabras de SatGuru Madhusudan Sai

Al buscar !a unión con lo Divino, pedimos que se eliminen de nuestra vida todas las “ilusiones” físicas, psíquicas y emocionales. Una vez que comienza el proceso de eliminación, despierta una voz interior que de inmediato empieza a competir con todas las autoridades externas de nuestra vida, lo que puede sumirnos en un torbellino interior o incluso en una “esquizofrenia espiritual”.

(fuente ´anatomía del espíritu´ Caroline Myss)

La crisis espiritual

Los “sintonías” de una crisis espiritual son casi idénticos a los de una crisis psíquica. De hecho, dado que una crisis espiritual afecta a la psique, un “místico principiante” podría no percatarse de que sufre una crisis de naturaleza espiritual y creer que su dilema es psicológico. Sin embargo, los síntomas de una crisis espiritual son claros y de tres tipos.

Generalmente, la crisis comienza con una sensación de ausencia de sentido y finalidad, que la persona no puede remediar simplemente barajando los componentes externos de su vida. El anhelo es mucho más profundo, no lo puede satisfacer un aumento de salario o una promoción, ni un matrimonio o una nueva relación. Las soluciones corrientes no ofrecen ningún atractivo. Por supuesto, hay personas que nunca han encontrado sentido ni finalidad a su vida, pero probablemente estas personas esperan, equivocadamente, que la vida les deje el “sentido” en la puerta. Las quejas continuas y la falta de ambición no indican que se haya producido una crisis espiritual. Las personas que padecen una crisis espiritual tienen la sensación de que algo está tratando de despertar en su interior, pero no saben verlo.

Sentir miedos nuevos y raros es el segundo síntoma de una crisis espiritual. Estos miedos no son corrientes, como lo son el miedo al abandono y a envejecer, sino que producen la sensación de estar desconectándose de la propia identidad. “Ya no sé muy bien quién soy ni lo que deseo de la vida” es una expresión común de la persona saturada de la energía del séptimo chakra.

El tercer síntoma es la necesidad de experimentar devoción por algo superior a uno. Los innumerables libros actuales de psicología, que explican las necesidades humanas, rara vez hablan de nuestra necesidad fundamental de devoción; sin embargo, necesitamos, biológica y energéticamente, estar en contacto con una fuente de poder que trasciende las limitaciones y confusiones humanas. Necesitamos comunicarnos con una fuente de milagros y esperanza. La devoción entrega una parte de nuestra conciencia a nuestro yo inconsciente eterno, lo que a su vez nos conecta directamente con una presencia divina. Incluso encuentros breves y fugaces con esa presencia y su infinito poder ayudan a nuestra conciencia a liberarse de sus miedos, y el poder humano deja de gobernar nuestra atención.

La ausencia de sentido, la pérdida de identidad y la necesidad de devoción son los tres síntomas más fuertes que indican que la persona ha entrado en la “noche oscura”. Ciertamente estas características son similares a los dilemas psíquicos comunes que experimenta la gente. Sin embargo, cuando su origen es espiritual, uno no tiene motivos para culpar a otras personas de causarle la crisis. Se da cuenta de que la causa de su crisis está en su interior. La insuficiencia de los componentes externos de la vida de la persona es la consecuencia de la crisis espiritual, no la causa.

Resistir la "noche oscura"

Para resistir la “noche oscura” se necesita fe, oración y, si es posible, un gurú espiritual. Encontrar a una persona que entienda la naturaleza del viaje es algo similar a buscar un bote salvavidas. Lleve un diario, anote sus pensamientos y oraciones y, por encima de todo, afírmese en la verdad de que todas las noches oscuras acaban con una luz que ilumina un nuevo camino.

Adopte una forma de oración diaria con la que se sienta a gusto. La devoción no la obsesión, sino la devoción es una fuerza extraordinariamente sanadora y consoladora. Rece o medite todos los días a la misma hora: al levantarse, tal vez a mediodía y antes de dormirse. La calidad de la oración no se mide por el tiempo, sino por la intención. Incluso cinco minutos por la mañana y cinco por la noche son suficientes. Si ciertas oraciones le producen serenidad, incorpore esas oraciones a su devoción diaria.