Maestro de la Mente – 3 Los cuatro pilares del Vedanta

En su tercer discurso de la serie “Domina la mente”, Sadguru Sri Madhusudan Sai se centra en los cuatro pilares de vedānta: viveka (discriminación), vairāgya (desapego), ṣaṭsampatti (seis virtudes) y mumukṣutva (deseo de liberación). La bendición del manuṣyatva (el nacimiento humano) nos dota de estas cuatro cualidades que nos impulsan hacia la Divinidad.

Al describirlos como las cuatro patas de una mesa, Sadguru califica a viveka y vairāgya como nuestros mejores amigos. viveka nos ayuda a discriminar entre lo que está bien y lo que está mal, mientras que vairāgya nos ayuda a desapegarnos de las cosas incorrectas. ṣaṭsampatti nos confiere los seis tipos de riqueza espiritual, y mumukṣutva nos infunde una profunda pasión por Dios y un anhelo constante de realizar nuestro Verdadero Ser.

En conclusión, Sadguru nos presenta el concepto de desafío mental de un mes. Proporciona una receta semanal para observar, controlar, concentrar y divinizar la mente, respectivamente. A la culminación del período de cuatro semanas le sigue el autoanálisis, la autoauditoría y la corrección. La repetición de este ciclo constituye nuestra sadhana.

Hoy les voy a hablar de los cuatro pilares del Vedanta. Ayer aprendieron sobre el yoga. Hablamos de Bhakti Yoga, Karma Yoga, Jnana Yoga, y también Raja Yoga. En las últimas charlas hemos cubierto casi todo, ¿verdad? Hablamos de bhakti, del Bhagavad Gita ¿De qué hablamos? Hablamos de «hagan todo por Dios». Eso también es karma yoga. Pero cuando lo hacen para sí mismos, entonces es karma. Se convierte en yoga, cuando lo hacen desinteresadamente. Desinteresadamente, para bien de cualquiera. Pero la idea superior es hacerlo por Dios. Porque Dios está en todos. Háganlo todo por Dios. Eso se convierte en karma yoga, por sí mismo. Es dharma bhakti. Y debido a lo que ocurre, su mente finalmente se funde en Dios, y eso es Jnana.

Su mente es la única pared, la única cortina entre ustedes y su verdadero ser. Esa es la única pared. Hablan de la mayaentre Rama y Lakshmana. Está esa maya. Pero no hace daño si de vez en cuando vienen tormentas, y maya se retira durante algún tiempo, no durante todo el tiempo. Al menos por algún tiempo. Esto ayuda. La práctica para librarse de esta pequeña  ilusión, de vez en cuando, es suficientemente buena para empezar. No se desanimen porque Yo dije que primero practicaran estas cosas, y ustedes  están apuntando directamente a eso. No es necesario. Hagan esfuerzos por esto, pero si quieren períodos más largos de enfoque, de paz, de experiencia de la bienaventuranza, entonces tienen que hacer más esfuerzos en su yama niyama; esa es la base.

De lo contrario, es solo como de vez en cuando, saltar y tocar la fruta, o tocar el techo, pero no pueden quedarse en el techo, bajan inmediatamente, ¿verdad? Sin embargo, hay un esfuerzo. Los niños juegan, quieren tocar la rama del árbol. Pero eso es todo, no se sientan sobre la rama; solo la tocan y vuelven abajo. Pero, al menos, les da una idea de qué hace falta para subir. Por eso, no hace daño que practiquen. Al mismo tiempo, la mente se sale de foco, y sus sentidos corren en todas direcciones. Entonces tienen que decir:  ̶ Mi yama niyama no es suficiente, mi pranayama y prathyahara no son suficientes. La mente está corriendo en todas direcciones, mi enfoque es variable, mi enfoque no es claro.

Quería decirles esto, porque no quiero que se desanimen a la gente pensando que es una tarea imposible de completar. Definitivamente es alcanzable, es justamente lo que hay que alcanzar. Todo lo demás tiene que conducir a este logro. Nada más tiene que importar aparte de esto, esa es la idea.

Adi Shankaracharya dice que tenemos que tener estas cuatro cosas para alcanzar la Divinidad: Viveka, Vairagya, Sakshampat, Mokshato. Se requieren cuatro cosas. Tres cosas ya las tienen de nacimiento. Nacen con un cuerpo humano, eso ya es una gran bendición. Podrían haber nacido como cualquier animal, ave o insecto. Pero ya nacieron como humanos. Durlabham trayam eva etad. Hay que hallar tres cosas. Manushyatwam, ya la encontraron, la primera bendición ya fue obtenida. ¿Cómo conducir a este manushyatwam para que nos lleve a mumukshutva y más allá? La compañía de los buenos nos conduce a mumuksha, y a la moksha misma.

Adi Shankara dice: el primer paso es viveka. Discernir todo el tiempo: «¿Me conduce esto a mi más elevada meta?»

Supongamos que quieres ir a Bangalore. ¿Qué haces? Vas a Chikkaballapur, y vas a la parada  de buses y preguntas cuál va a Bangalore. Te dirán que el número tal va a Bangalore y el otro, el número tal, va a tal otra parte. ¿Qué haces? Escoges el bus con el número que te lleva a Bangalore. Es simple. Eso es viveka. Todo discernimiento es viveka. Cuando piensas «esto es rojo, eso es marrón», eso es viveka. Nadie puede decir «no tengo viveka shakti». Eso no es cierto. Viveka está disponible para todos; hasta una hormiga tiene viveka. Pero la utiliza solo para sus necesidades físicas, biológicas, tal vez cierta  cantidad de placer o dolor mental. Más allá de eso, ella no usa esa viveka. No puede pensar «es real o irreal, es divino o mundano, me lleva a la espiritualidad o me arroja al mundo de vuelta». No puede pensar así.

Los animales no han recibido esa clase de viveka superior. Viveka inferior, esa está disponible para todos, incluso un bebé recién nacido sabe lo que es agradable o doloroso; si tiene hambre sabe que necesita alimento. Instintivamente, todos sabemos. Viveka no es nuevo para nadie. Pero hay que utilizarla para el discernimiento superior. Este se le da solo al hombre. Muchos me dicen:

̶ Los animales también se matan y se comen mutuamente, hacen de todo, dañan a otras criaturas; ¿no incurren en pecado?.

No pueden hacerlo, porque no tienen el viveka superior. No se les ha dado, porque viven según los instintos de la naturaleza, están controlados por la naturaleza. Los animales tienen su tiempo para dormir, para comer. Tienen una razón y una estación para todo. Pero el hombre duerme a cualquier hora, come a cualquier hora, hace lo que quiere a cualquier hora. Porque tiene la capacidad de controlar su pensamiento y su inteligencia. Tiene la inteligencia superior, que es viveka, pero los animales no tienen la de clase superior, solo siguen los instintos. Para ellos no hay papa, no pueden nacer de nuevo y sufrir de nuevo en otro nacimiento; esto no se aplica a los animales. Simplemente siguen la ley de la evolución, como lo ordena y controla la naturaleza.

Pero a los seres humanos se les ha dado esta viveka superior. Saben «esto es mundano, no es espiritual, y puede conducir a un renacimiento y a otra ronda, y otra ronda», lo saben. Pero los animales no saben esto. Solo se les ha dado una inteligencia inferior, viveka inferior. «¿Dónde conseguir alimento? ¿Ese es mi enemigo o mi amigo? ¿Esta situación es de ayuda o es dañina?». Estas cosas pueden decidir, para sus necesidades biológicas, eso es todo. Más que eso, no se les ha dado a los animales.

En los humanos, viveka está mucho más desarrollada. Así como el cerebro humano está desarrollado, ha desarrollado la capacidad de hablar, de caminar, muchas capacidades se han desarrollado en el ser humano en comparación con los animales. De la misma manera, la viveka, esta inteligencia, está más desarrollada en los humanos en comparación con los animales. Por lo tanto, ellos deben poder discernir entre lo correcto y lo incorrecto. Y cuando la utilizan para el discernimiento superior, se llama verdadera viveka. Nitya anitya viveka es como se llama. Lo que es temporario y lo que es permanente; eso es viveka shakti, y se les ha dado a los humanos.

Utilizarla o no, eso depende de ustedes. Tienen muchísimas cosas que pueden usar o no. Tienen un lapicero en su bolsillo. Pueden elegir entre no usarlo o usarlo. De esa manera, viveka se ha dado a todas las criaturas, y a los humanos se les ha dado la más elevada, la viveka desarrollada. Lo primero que dice Shankaracharya es «usen esa viveka». ¿Qué es esa viveka? Él nos lo dice: «Es lo nos lleva a la meta espiritual, o nos lleva de regreso al camino ignorante, al camino de maya».

Este es el primer paso. Piensen todo el tiempo. Estoy hablando; ¿me conduce este hablar a la toma de conciencia, cada vez más cerca de mi ser más elevado? ¿Va este bus a Bangalore? Si alguien dice: «sí, va», entonces vayan y siéntense en ese bus. Disciernan. Porque su meta es Dios. Si quieren tomar conciencia de Dios tienen que continuar planteando esta pregunta todos los días, en todo momento. No pregunten solo cuando vienen al satsang: «Swami, tengo una pregunta para Ti». Háganse esta pregunta a ustedes mismos, cada día: «Lo que estoy haciendo, ¿me conduce a seguir yama niyama? ¿Me ayuda a controlar la mente? ¿Me ayuda a acercarme a Dios?». Háganse esta pregunta. Es muy, muy importante.

La segunda pata   ̶ esta mesa tiene cuatro patas ̶  la segunda pata es vairagya. Este es su mejor amigo. Viveka y vairagyason sus dos  mejores amigos. Muchos escriben una carta a Swami diciendo «Swami, mi mejor amigo no me habla. Por favor, convéncelo de que me hable». Algunos niños pequeños hacen amigos en sus clases … «Mi mejor amigo no me habla». Entonces, pienso: ¿quién es el mejor amigo?. Viveka y vairagya son los mejores amigos. Ellos siempre les hablarán. No les hablan cuando ustedes están en problemas. Cuando sus mejores amigos no les hablan, puede ser beneficioso para ustedes, de algún modo. Puede recortar algo del ego, de los apegos y expectativas. Si viveka y vairagya, que son sus mejores amigos, no les hablan, entonces ustedes tienen un problema.

Vairagya es el otro amigo. ¿Qué hace vairagya? Nos ayuda a librarnos de aquello que viveka nos advierte. Viveka dice «esto no es bueno». Inmediatamente, nuestro amigo vairagya lo toma y lo arroja por la ventana. Como la historia que conté, de Brahma Brahmam. Swami le envió el mensaje: «Tu esposa hace demasiado ruido». Al día siguiente él arrojó a su esposa y regresó sin ella. Eso es vairagya. Vairagya Brahma Brahmam. Él podía haber pensado «es mi esposa, ¿qué haré? ¿Debo o no debo?». Es simple: Swami lo señaló, y viveka dice que ella no debe estar aquí, y vairagya asegura que ella no esté aquí al día siguiente. Ese es el amigo, vairagya es el otro amigo.

Estos dos amigos deben estar a izquierda y derecha de ustedes todo el tiempo. Cuando andan por ahí, imaginen que tienen estos dos amigos. Supongamos que ustedes van a algún lado y no saben algo. ¿A quién preguntan? Llaman a un amigo, o si tienen un amigo a su lado, le preguntan a él, ¿verdad? «¿Debo ir allí? ¿No debo ir?». De la misma manera, inmediatamente vuélvanse a su derecha y pregunten a viveka: «Viveka, ¿qué sugieres, qué me aconsejas? ¿Debo decir esto, o no debo decirlo? ¿Debo hacer esto, o no debo hacerlo? ¿Debo ir allí, o no debo ir?».

Y viveka inmediatamente responderá; es un muy buen amigo. Inmediatamente les dirá: «No, no, no hagas eso». O bien: «Haz esto». En el momento en que viveka lo diga, utilicen la ayuda de vairagya. ¿Qué hará vairagya? Se librará de la cosa que no debe estar allí. Los ayudará a no apegarse a cosas que viveka no aconseja. Se ocupa de eso. Son como el médico y la enfermera. El médico diagnostica: «Este hombre tiene tal problema, necesita una tableta o una inyección». ¿Qué hace la enfermera? Inmediatamente toma una inyección y la administra, administra la medicación. La enfermera sigue inmediatamente el consejo del médico. Por sí sola, la enfermera no hace nada. ¿Puede la enfermera hacer algo por su cuenta? No está capacitada, no está autorizada, no se le permite hacer. Hace algo, cuando el médico se lo solicita.

El médico es viveka, hace el diagnóstico: «este es el problema, esta es la solución». ¿Y qué hace vairagya? Como una buena enfermera, una buena asistente de viveka, inmediatamente va y lo hace. Pero ustedes son los que toman las decisiones. Supongan que el médico dice:

̶ No, tú tienes tal problema, necesitas tal medicación, te la dará la enfermera, te dará una inyección.  ̶ Y ustedes dicen:  ̶ No, no la quiero  ̶ y se retiran.

¿Qué puede hacer la enfermera? No correrá tras de ustedes con una inyección. Dirá:  ̶ El paciente se fue, ¿qué puedo hacer?

El médico podría preguntar:  ̶ ¿Qué pasó con el paciente?  ̶ Y la enfermera responde:  ̶ Se fue. No pude darle la medicación.

Entonces el médico dirá:  ̶ ¿Cómo podrá curarse? Tendrá que sufrir de dolor de estómago.

Esa es exactamente nuestra situación. Viveka dice cuál es el problema; esto debe o no debe hacerse. Inmediatamente, vairagya debe proseguir y terminar el trabajo. Pero en medio se interpone un velo. Por eso, se dice que viveka está de un lado, vairagya del otro, y ustedes están en el medio. Si no permiten que la orden de viveka sea obedecida por vairagya, nada se puede hacer. Los consejos de vairagya se desperdician. Piensen de este modo, con estos dos a ambos lados. Uno sin el otro, no sirven de nada. Si viveka dice algo y vairagya no lo hace, de nada sirve. O si vairagya hace algo sin viveka, tampoco sirve. Algunos entienden a vairagya de una manera totalmente diferente, no lo comprenden; muchos piensan:

̶ ¡Abandonaré estas cosas mundanas!  ̶ Y lo primero que hacen es renunciar al empleo, divorciarse de la esposa, abandonar a los hijos … ¡Eso no es vairagya! Eso es vairagya sin nada de viveka. Lo que viveka diría es:

̶ No, acepta todo como el plan de Dios para tu evolución, comprende cómo lidiar con ello de manera desprendida. Ellos te pertenecen. Debes cuidarlos. En la gran obra teatral de Dios, Él te ha dado este rol de esposo, padre o hijo.

Utilicen viveka, y podrán lidiar con ello adecuadamente. Pero ¿qué hace la gente? Piensan que viveka les dice que salgan huyendo. Y huyen. Tampoco hallan paz en otra parte, tampoco hallan la paz, porque no están lo suficientemente desarrollados como para manejar esa soledad, no la pueden manejar. Entonces, terminan en malas compañías, en alguna otra parte. Para eso, viveka y vairagya tienen que ir juntas. Son como dos patas de una mesa.

¿Puede sostenerse la mesa con dos patas? No, necesita una tercera pata. La tercera pata es shat-sampat. Shat-sampat significa seis «sampat» o propiedades. Como si fueran acciones, bonos, edificios, cuenta bancaria, automóvil, oro … Estos no son sampats. Estos son temporarios, no pueden estar en el contexto espiritual. Las propiedades espirituales son las siguientes.

Sama. Sama es tener a la mente bajo control. La mente no demandará cosas de ustedes, ni les ordenará que hagan lo que ella quiera. Ustedes harán eso con la mente, eso es sama. Siempre doy este ejemplo: si tienen un perro, ¿lo llevan a pasear, o el perro los lleva a ustedes? Ustedes deben llevarlo a pasear. Entrenan al perro para que no los empuje ni tire de ustedes, que no haga lo que quiera con ustedes. Si tienen un caballo ¿deben guiarlo ustedes, o tiene el caballo que llevarlos donde él quiera? Si tienen un auto con chofer, ¿debe él conducir de acuerdo a sus órdenes, o deben ir ustedes donde quiera llevarlos el chofer? La mente es algo así. La mente debe escucharlos a ustedes. Eso es sama. Eso los ayudará a mantener la mente en su lugar, y ordenarle correctamente. Si lo logran, han hecho bien, como se suele decir. Es una riqueza espiritual. La primera riqueza es sama. 

Luego, dama. La mente debe estar bajo control. ¿Qué ocurre?

̶ ¡Qué sabrosa comida hacen en el hostal!  ̶ El estómago dice:  ̶ ¡No puedo más!  ̶ Pero la lengua dice:  ̶ No, toma uno más. Una porción más, una cucharada más, raras veces esto aparece en mi plato, esto ha llegado después de largo tiempo, por gracia de los cocineros a cargo de la cocina.

El estómago está diciendo:  ̶ No tomes más de esto, tendrás problemas, y después, también todos los demás en tu cuarto, y a tu alrededor.  ̶ Pero la lengua sigue:  ̶ Uno más, uno más …

Y después, sufres dolor de estómago toda la noche. Eso es lo que nos ocurre. No queremos hacerlo, porque la mente está diciendo:  ̶ Ya es suficiente.  ̶ Pero la lengua no escucha, y quiere saborear uno más, y otro, y otro. Lo mismo ocurre con todos los órganos, no solo estos. Los ojos también, todos son así.

̶ ¡No debo escuchar estos chismes, esta charla sin sentido!  Pero, de algún modo, cuanto más trato de no oírlo, más escucho solamente eso, y no escucho nada más. ¡No quiero ver eso!  Y mis ojos van solo en esa dirección. ¡No quiero hacer esto!  Pero mi mente sigue yendo allí.

Dama es control de los sentidos, en el sentido de que, físicamente, tengo que poder ir allí, pero manteniéndolos a raya. Esto es dama.

Estos dos son sumamente importantes. Sama significa que la mente debe escuchar lo que ustedes le dicen, y dama significa que los sentidos deben, a su vez, obedecer a la mente. ¿No es así? No pueden hacer lo que ellos quieran.

Están estos dos, sama y dama; y luego viene uparati: retirarse. Uparati significa no interesarse demasiado por nada, no apegarse a nada. Un sentido de desprendimiento de todo.

̶ ¡Tienes 99 puntos, estás a la cabeza de tu clase!  ̶ Sí, es por la gracia de Dios, me ha bendecido con esto.  ̶ Hoy has fracasado en la clase, a pesar de que te habías esforzado.  ̶ Bien, intentaré hacerlo mejor la próxima vez, trabajaré duro y probaré de nuevo.

Udasina, una especie de retiro, desprendimiento, distanciamiento de todo. Uparati.

Luego, Titiksha. ¿Qué signiica titiksha? Soy capaz de soportar todo lo que venga, bueno o malo, con ecuanimidad. Una especie de paciencia y tolerancia.  Si pasa algo bueno, debo ser capaz de enfrentarlo sin andar dando saltos, y si algo sale mal, no tengo que tener lástima de mí mismo, no tener esa clase de actitud.

Uparathi significa una especie de distanciamiento, mediante el cual es posible que titiksha funcione correctamente. Tomen distancia de las cosas, así verán las cosas desde una mejor perspectiva, y así podrán tomarlas con titiksha: paciencia y tolerancia.

Después, sraddha. Sraddha significa un profundo interés en todas las cosas buenas. En el gurú, en las escrituras, en toda esta idea de la espiritualidad, tienen que tener sraddha. En el Tripurasya, Dattatreya dice que hay tres errores que nos impiden tomar conciencia de Dios, o hacer un esfuerzo por tomar conciencia de Dios. El primero de ellos es aparadha, y no es más que falta de sraddha en las Escrituras, falta de sraddha en el gurú, falta de sraddha en todas las cosas buenas. No tienen interés en ellas. Por eso: desarrollen el interés.

¿Cómo desarrollar interés? Cuando nacen, siempre toman leche materna. Su madre tiene gran dificultad para reemplazarles el hábito de tomar leche por el de comer arroz. Durante el annaprashan, ante la primera ración de arroz, ¿cuál es la reacción?  A todos los niños, cuando se hace annaprashna, se les pone arroz en la boca, y lo escupen. ¿Pero qué pasa al cabo de un tiempo en que la madre sigue insistiendo «esto es bueno para ti, es sreyo, no es preyo»? Si ella logra convencerlo, llegan al punto en que, si un día no cocina arroz en la casa, ya saben lo que pasa: se enojan mucho con la propia madre:  ̶ ¿Cómo no cocinas arroz? ¿No sabes que me gusta, no sabes que no puedo comer sin arroz?

La madre tal vez se maraville de que el mismo niño que escupía el arroz, ahora llora si no se le da arroz. Eso también es sraddha. Sraddha no viene sola, también tiene que haber buenas compañías, y también el esfuerzo de ustedes, para que se desarrolle sraddha.

Mucha gente dice:  ̶ No tengo interés en esto de la espiritualidad, pero tengo interés en cosas indeseables, en eso tengo un gran interés.

Eso no es interés, es instinto. Es el instinto que los atrae; no es interés. El interés tiene que desarrollarse en todo. Los instintos ya vienen de nacimiento, pero el interés tiene que ser desarrollado. Por ejemplo, para desarrollar un gran interés por la música, escuchan mucha música, y lentamente desarrollan interés. Si escuchan música occidental, desarrollan más interés en la música occidental que en la india. Si se dedican a la música, desarrollan interés en un determinado músico, y solo en su música, debido al continuo escuchar.

De la misma manera, sraddha viene de escuchar cosas buenas todo el tiempo, y en compañía de gente buena. Así, sraddha lentamente comenzará a desarrollarse en ustedes. No piensen que, si ahora no están interesados en las Escrituras o en cosas buenas, no podrá desarrollarse; podrá hacerlo, puede hacerlo. Sraddha puede desarrollarse con muchas buenas lecturas, swadhyaya, satsanga; y lentamente, shradda llegará.

Deben forzarse un poco a hacerlo, como la madre quiere forzar a su hijo para que coma arroz. Finalmente, al no tener opción, el niño come arroz, porque la madre no le da leche, y él tiene hambre. Entonces come arroz. Pero después de un tiempo, desarrolla un gusto por el arroz. De la misma manera, desarrollen el gusto por las cosas buenas. Eso llega a ser sraddha.

Después de sraddha: samadhana. En toda situación. Sama significa ecuanimidad. En todas las situaciones, ecuanimidad. Samadhi tiene un significado literal, que es «mantengan la mente igual». En todas las situaciones, controlen su mente, controlen sus sentidos, nunca se dediquen a cosas indeseables. Si desarrollan una especie de distanciamiento de todas las actividades del mundo, podrán verlas como un testigo, desde cierta distancia. Eso les da la capacidad de soportar lo bueno y lo malo tal como viene, sin adjudicar demasiada emoción a lo bueno ni sentimientos negativos a lo malo. Desarrollen titiksha. Dediquen su tiempo a desarrollar esta sraddha en las Escrituras, en buenas cosas. Y líbrense del prarabdha del pasado, al no desarrollar ese interés. Y finalmente tendrán ecuanimidad.

Estas seis, juntas, son las seis propiedades. Quien las tiene, lo tiene todo. Si no tienen paz en la vida, ¿pueden disfrutar de algo? Aunque fueran un gran rey, ¿podrían disfrutar de su alimento? Su mente no sabe lo que la lengua paladea, porque la mente no está en paz. No tiene ecuanimidad, lucha. Muchos tienen tantas emociones que no pueden dormir. Los celadores tienen mucha dificultad para enviar a los chicos a dormir porque están muy excitados, cuando han ido a un partido, a una competencia. No los pueden controlar, no los pueden hacer dormir, porque la mente no lo permite. De la misma manera, algunos pueden estar muy tristes, o muy deprimidos; tampoco pueden dormir, suele encontrárselos en el baño por la noche, con la puerta cerrada y llorando, por la depresión. No pueden dormir.

Ustedes no pueden disfrutar de la vida si no tienen samadhana. Se dice que samadhana es una gran, gran riqueza, porque ayuda a disfrutar de todo lo demás. Si no la tienen, no pueden disfrutar de nada. Si desarrollan samadhana, todas las otras cinco serán de ayuda.  Sama, dama, uparati, titiksha, sraddha. Finalmente llegan a samadhana. Cuando la desarrollan, esta es la tercera pata del taburete.

La cuarta pata es mumukshattwa. Como dije ayer: un tremendo y ardiente deseo de conocerse a sí mismos. Como si se quemaran la mano con el fuego, y corrieran en busca de un bálsamo para aliviar ese dolor. No pueden pensar en ninguna otra cosa, ni un collar de oro, ni hermoso calzado, ni ropa; no se interesan en ninguna otra cosa. La mano les arde, y sufren. Aunque les dieran la más sabrosa comida en ese momento, no le prestarían atención. Corren en busca de una solución para su mano quemada.

Debe haber ese tipo de sentimiento, tapana, por Dios. Definitivamente, correrán en pos de Dios, no podrán pensar en otra cosa, no prestarán atención a nada que venga a distraerlos. Ese tipo de profunda pasión por conocer a Dios.

Alguien acudió a Ramakrishna, y le preguntó:  ̶ ¿Puedo ver a Dios de la manera en que tú lo ves?

̶ Por supuesto que puedes, dijo él.  ̶ Entonces, lo acompañó al jardín, hasta un pozo, y lo hizo caer dentro. El hombre comenzó a luchar tratando de respirar, temiendo por su vida. Ramakrishna le dijo:  ̶ ¡Así como ahora ansías respirar, de la misma manera debes ansiar ver a Dios!

Pero ¿ansían ustedes ver a Dios? Ramakrishna decía:  ̶ ¿Quién llora por Dios? Todos lloran por todo lo demás. Lloran por dinero, por renombre, por éxito, por familia, por hijos … Pero ¿quién llora por Dios de esta manera?

Ramakrishna practicó todo tipo de yogas, todos los caminos, a derecha e izquierda, de todo. Finalmente se dio cuenta de que nada de eso lo ayudaba a conocer a la Divinidad. Eran momentos en los que «tocaba el techo», saltaba, tocaba y caía, no podía quedar arriba. Son los momentos en que se experimentan esos nirvikalpas y savikalpas, etc. Pero no podía sentir la plenitud de todas las prácticas. Finalmente se dirigió a la Madre, llevando un arma, un cuchillo en forma de hoz, y se lo puso a su propio cuello, diciendo:

̶ Si no te muestras ahora mismo, me cortaré la cabeza y te la ofreceré a Ti, y terminaré con esta vida, que no me sirve de nada, porque no te veo.

En ese momento la Madre apareció, no físicamente, sino ante el ojo de la mente. Apareció y dijo:  ̶ No, no lo hagas, estoy aquí contigo, estoy complacida contigo.

Esto no significa que ustede pidan cuchillos prestados, y me amenacen a Mí a partir de mañana: «Ven al satsang, dame darshan, habla conmigo». Muchos niños hacen eso, se cortan un dedo hasta sangrar. Eso no es verdadero bhakti. La pasión por conocer a Dios debe ser muy sincera desde el interior. ¿Cómo viene Dios? No viene físicamente, la estatua no se movió de su lugar. Ella se le apareció en el ojo de la mente. Él solía decir, estando en la Dakshina:

̶ ¡Siéntense! Mamá ha venido.  ̶ Y todos buscaban:  ̶ ¿Dónde?  ̶ Porque no podían verla. Pero él decía:  ̶ Mamá ha venido a la colina. ¡Corramos a ver a Mamá!

Se sentaba en los escalones, y charlaba con la Madre durante horas y horas. Nadie podía ver lo que él veía; creían que se había vuelto loco. Pero él sabía lo que hacía, con claridad. Decía:  ̶ Experimento a Dios tal como los experimento a ustedes.

Ustedes no esperen que Yo aparezca en sus hostales y en sus cuartos. Tienen que pensar: «Swami está conmigo», con ese bhakti. De una u otra forma, Él estará allí con ustedes. Ustedes lo saben. Él dijo a Vasudevan:

̶ Pídeme todo. Piensa que soy tu acompañante. Si vas a comer, «Swami, vamos a comer». Si vas al satsang, «Swami, vamos al satsang». Para todo, dímelo a Mí.

Él le confió este secreto, ¿verdad? Incluso aunque no se le aparezca físicamente, ni como lo hacía con Ramakrishna, su corazón sabe que Swami está con él. Si yo no supiera que él está rezando y rezando para poder dar una charla, y también cantar una canción … Le dije:  ̶ No cantes una canción, solo da una charla.

Porque está hablándome todo el tiempo. Piensa que en su cuarto viven dos personas, no una. Una es él, y la otra soy Yo. Así de firme es su convicción. No es un esfuerzo de la fantasía. Es la firme convicción de que Swami le dijo que va a estar con él, y que, si él le habla, Swami va a responder, de una u otra manera. Esa es su firme convicción. Su experiencia está de acuerdo con eso. Así como estén de convencidos, será lo que experimentarán. Por eso, él está experimentando eso. ¿No es así, Vasudevan?

Todos estos años, él ha estado celebrando muchos saptaham, pero no tenía este tipo de convicción. Decía a todos «Dios está en todas partes», «Swami está con nosotros», pero ¿tenía él mismo esta convicción que ustedes tienen hoy? Ustedes no tuvieron estas experiencias antes. Hoy tienen la convicción, y por eso tienen la experiencia. Esa convicción de que «Dios está conmigo», todo el tiempo involucrando a Dios con nosotros, a cada momento, eso es el verdadero bhakti, y también llegará dhyana.

Con mumuksha, solo le hablan a Dios:

̶ Ayúdame a hacer todas estas cosas. Me dijiste que me darías lo supremo, pero mis manos están temblando, son pequeñas y débiles, no pueden tomar el regalo que has venido a darme. Sé que estás esperando a que yo crezca y evolucione, a través de ashtanga vidya o a través de todas las demás prácticas espirituales, bhakti yoga, karma yoga. Estás esperando que yo crezca. Mis manos deben crecer hasta ser lo suficientemente grandes y fuertes para sostener el precioso regalo que has venido a dar. Sin embargo, permanece a mi lado. Ayúdame en todo momento en lo que hago, por favor ayúdame.

Si desarrollamos este tipo de convicción, experimentaremos la presencia de Dios en todo momento, y la ayuda de Dios en todo momento. Esto mantendrá nuestra mente enfocada en nuestro sadhana. No olvidaremos las cosas. Tenemos que tomar este mensaje y hacer manana. Regresar a casa, o donde sea, y pensar al menos durante cinco minutos sobre todo lo que Swami habló hoy. ¿Puedo controlar la mente, puedo mantener mis sentidos bajo control? ¿Puedo distanciarme de las cosas, es decir, prathyahara, tomar un poco de distancia de las cosas? ¿Puedo hacer algo de meditación hoy, aunque sea durante diez minutos, puedo sentarme en un rincón y al menos, observar mi respiración, para empezar? ¿Puedo sentarme y pensar en cómo mis pensamientos corren de aquí para allá, observar mis pensamientos?

Comiencen con la práctica, de algún modo. Nadie ha llegado a ser pandit en un solo día. Se requiere un esfuerzo. Toda mi idea consiste en que se requiere un esfuerzo. Como la mitológica Vidyanagari, donde todos son jnanis. Me gustaría ver que todo este lugar, al menos para empezar … Cuando alguien está predicando, otro puede decir: «Tu propia gente no te sigue», «Tu propio lugar está lleno de avidya». ¿Qué le responderé? Alguien puede dirigirse a Ramaraja diciendo: «¿Eres Ramaraja? No tienes la altura de Ramaraja, ¿cómo puedes tú ser Rama?».

Así es como será. Si ponemos práctica y esfuerzo, es posible que comencemos a experimentar algo de esto. Al menos durante breves momentos, experimentaremos la paz, la bienaventuranza, la unidad. Puede que no duren mucho, porque depende de las prácticas básicas. Pero cuanto más tiempo lo hagan, lentamente irán aumentando su intensidad y su tiempo, hasta que llegue a ser sahaya, para que también ustedes decidan en cualquier momento ser así. Llegará de manera natural, con el paso del tiempo. Hagan el esfuerzo; eso es muy, muy importante. Quiero que todos tomen muy en serio este esfuerzo. Hagan un pequeño esfuerzo, y la gracia llegará.

Muchos vienen al gurú a quejarse:   ̶ Gurú, otorgas muchas gracias a esa persona. No lo haces conmigo.  ̶ Eso está mal. La magnitud de la gracia de que disfrutan, está en relación con la magnitud del esfuerzo que hacen. Los días son iguales para todos. Pero si ustedes ponen más esfuerzo, supongamos que terminan el encargo previo, entonces estoy dispuesto a darles el siguiente encargo. Suponiendo que vienen, pero no han terminado el encargo previo, ¿qué dirá el profesor?  ̶ Primero termina eso; luego ven, y hablaremos de lo siguiente.

Todas las cosas tienen que ser desarrolladas con esfuerzo. Nada llegará sin esfuerzo. Sn esfuerzo, ni siquiera pueden obtener su alimento. Si se sientan en el lugar donde residen, y esperan que la comida llegue a ustedes, eso no ocurrirá. Tienen que ir al comedor, tomar un plato, poner lo que les gusta comer, después sentarse en su lugar, ponerlo en la boca, masticar, tragar y digerir. Es un proceso. Quedarse sentados, imaginando que su estómago se llenará por sí mismo, eso nunca ocurrirá. Por eso, se requiere un esfuerzo.

Quiero ver que aumente el número de personas. De aquellos que han oído, solo cierto número habrá pensado en ello. Deben comentarlo mutuamente entre ustedes y con otros más, hasta que finalmente todos hayan oído, o hablado, y deben haber hecho algo al respecto. El número de personas no tiene que reducirse así. Yo hubiera esperado que, si ustedes oyeron, se habrían encontrado con tantos otros que no vienen todos los días, probablemente lo habrían comentado con ellos, habrían dedicado a esto 15 o 20 minutos, o media hora, y les habrían contado a ellos sobre esto. Así habrían reformulado lo que habían oído, y sus propios conceptos se habrían aclarado. Después, todos habrían hecho un esfuerzo mancomunado. Si pueden, hagan el esfuerzo como familia. Están cantando bhajans como familia; bien, siéntense 10 minutos, y veamos.

Les daré un programa de ejercicios. Observen sus pensamientos durante ese rato; comencemos por ahí. Hagan más lenta su respiración, y observen sus pensamientos durante ese período en que están tratando de mantener quieta la mente, a ver adónde ellos van. Y anótenlo en una libreta, en su libreta espiritual. Mantengan un pequeño diario espiritual para ustedes mismos. Anoten:  ̶ Hoy me senté en meditación. Lo primero que vino fue el idli de la mañana … Lo segundo, «la pasta dental se terminó» … Lo tercero que vino, fue que Swami dijo esto … Lo cuarto, ese bhajan … Lo quinto …

Su mente piensa series de cosas. Simplemente observen, no hagan ningún esfuerzo por controlar la mente. Como cuando los niños andan correteando, y las madres se preocupan tratando de controlarlos. «Déjenlos hacer; al cabo de un tiempo, se aquietarán por sí mismos, déjenlos». Eso es lo que les digo. Cuanto más fuercen a la mente, más rabietas hará ella. Simplemente observen a la mente, y anoten esos ítems. Hagan esos ejercicios, y vuelvan mañana. Siéntense durante esos diez minutos, y observen adónde va su mente. Significa que ahora su mente se involucrará en cierto número de cosas.

Cómo desligarse de esas cosas, es el siguiente esfuerzo. Supongan que cada día, lo primero que les viene a la mente es la comida, la comida y solo la comida. «No puedo pensar en otra cosa que no sea lo que comí en el desayuno, o lo que me gustaría comer en el almuerzo, o lo que me disgustó en la cena». Significa que su mente está sumamente atascada en annamayakosha. Su conciencia está atascada en annamayakosha. No puede moverse de allí, porque el 70% de sus pensamientos está ocupado por la comida, y después, por lo demás.

Entonces, de este modo, sigan observando su mente. Ahora saben dónde está el problema, ¿verdad? Deben hacer el diagnóstico por sí mismos. Autodiagnóstico, una auditoria propia. Siéntense y hagan su propio diagnóstico. «¿En qué está mi mente más interesada?» En una semana llegarán a reconocer el patrón, cómo se mueve su mente. Sabrán que el 70% de su mente está ocupado por algún ítem de comida.

Aquellos que sean muy intelectuales, recordarán que el 60 o 70 por ciento de su mente está siempre pensando en algún pensamiento intelectual, o un debate, o una discusión, o algún libro que leyeron. Aquellos que sean aficionados a los bhajans, porque se involucran mucho en ellos, probablemente el 70% pensará en el bhajan que cantaron bien, o mal, o acerca de la práctica.

Tal vez algún 25 o 30 por ciento de la mente pensará en lo que Swami ha estado diciendo. Pero ese 70 u 80 por ciento de la mente hará todas esas cosas. Sigan observando, y hagan que su mente se dé por enterada de que ustedes están pensando en todas estas cosas.

Finalmente, ¿qué deben decir?

̶ Mente, estás pensando demasiado en estas cosas. Estas son cosas naturales, que deben venir continuamente como parte de la vida. Trata de pensar más en cosas espirituales. ¿Puedes comenzar lentamente a pensar que naciste de la Divinidad, que vives en la Divinidad, y que te fundirás en la Divinidad? ¿Puedes pensar un poco más en Aham Bhramasmi? Hablemos de esto.

Mantengan una conversación con su propia mente. Ese será el paso siguiente en la meditación. El primer paso es la observación. Háganlo durante una semana o diez días. Anoten todo lo que ven. Llegarán a saber dónde está su mente, para poder hacer un diagnóstico, y hacer algo al respecto. Viveka les dirá «mira, tu mente está haciendo toda clase de cosas». Vairagya les ayudará a librarse de aquellas cosas que no sean necesarias.

El paso siguiente que tienen que hacer es tener un debate, una conversación con la mente.

̶ Mira, mente, he estado observándote durante la semana última, y esto es lo que he hallado acerca de ti. Tengamos una charla franca, una charla honesta, sobre cómo queremos mejorarte, y mejorarnos. Pensemos más en estas cosas, menos en estas cosas, y nada en absoluto sobre estas cosas. Hagámoslo.

De nuevo, durante una semana, tomen nota de cómo responde la mente a esto. Durante los primeros dos días no responderá bien, pero lentamente se acostumbrará. Después, hagan el mismo esfuerzo durante una semana más, y digan:

̶ Mente, ahora tomemos un pensamiento, dharana, pensemos en un solo pensamiento. Veamos cuánto tiempo puedes permanecer en este único pensamiento.

Había un chico que acostumbraba a hablar demasiado. De modo que hicieron una competencia para ver quién se mantenía callado durante más tiempo. «Aquel que permanezca callado durante más tiempo, ganará un premio». A los padres les encanta esta competencia, ¿verdad? Llamaron al niño y le dijeron:    ̶ ¿Cuánto tiempo permanecerás callado? Ganarás un premio por hacerlo.  ̶ Y el niño resultó engañado.

¿Pueden imaginar a un chico que está saltando y peleando y haciendo ruido, y de repente queda muy callado? Porque observa: «Tengo que ganar esto. Mi madre me dijo que, si me quedo callado durante media hora, ganaré el premio». ¿Ven cómo se puede engañar al chico para que se calle? Engañen a la mente para que se quede callada.

̶ Mente, vamos a ver cuán buena eres para permanecer callada. ¿Puedes estar callada durante diez minutos? Vamos a ver. Si no lo haces, pierdes. No creo que seas una buena mente.

Entonces, la mente comenzará a responder en consecuencia. Aprenderá a ser más y más callada. Cinco minutos, siete minutos, diez minutos, media hora. Lentamente. Ella desarrollará ese hábito. ¿Por qué les estoy diciendo esto? Porque algunos volvieron preguntando cómo hacerlo en la práctica, ya que la idea les parecía maravillosa: «¡Oh, pranayama, pratyahara, dharana, dhyana, samadhi! Cinco pasos, uno, dos, tres, cuatro, cinco … ¡listo! Ir al espejo, limpiar el espejo, poner un bindi … ¡listo!»

¡Pero, ese es solo el proceso! Poner ese bindi en el lugar exacto, puede llevar veinte años. ¿Cómo mantenerse limpios y arreglados? Un niño pequeño no puede hacerlo. ¿Puede hacer eso una persona de un año de edad? No es posible. Les ha llevado diez, quince, veinte años, llegar a la etapa en que saben arreglarse solos, y qué es lo que está mal en sus alrededores.

Esto también llevará tiempo, pero hagan este ejercicio pequeño, simple y muy práctico. Tomen una pequeña libreta de bolsillo. Durante una semana, siéntense, en cualquier horario que les resulte cómodo, en un rincón, en un lugar tranquilo, y vayan anotando lo que hace su mente durante esos diez o quince minutos. Todo lo que piensa, y cuán rápidamente cambia entre diversas cosas. Cuanto más cambie en esos quince minutos, más atención necesita la mente. Es como un niño travieso. Necesita más consejos, más arreglo, más atención. Ustedes lo sabrán por sí mismos. Pero sepan también que la mente es muy astuta: algunos días se comportará muy bien, porque no quiere castigos. Así que, durante dos o tres días, se comportará muy calladamente; pero no se preocupen, al cuarto día mostrará sus verdaderos colores.

Así es la mente. Como un niño; compárenla con un niño travieso. O un niño tranquilo; sabrán si su mente es rajásica, tamásica o sátvica. Si se quedaron dormidos durante los primeros dos minutos, saben que es una mente tamásica. Si se mantuvieron despiertos al menos durante diez minutos, pero pensaron en demasiadas cosas, es una mente rajásica. Si durante los diez minutos pensaron solo una cosa, o dos cosas como máximo, tienen una mente sátvica. Entonces, sabrán cómo lidiar con su mente de manera adecuada.

Pero no lo sabrán en un día. Deben observarla por lo menos durante una semana, para saber su verdadero color. Si van a casa de parientes durante un día, todos son amables, les sirven rico café caliente, té, pakora, samosa, buena comida. Pero, si permanecen allí durante una semana, ellos estarán esperando que se vayan. Todo el amor se desvanecerá, todo el cariño disminuirá; de hecho, comenzará el odio. De la misma manera, observen su mente, como mínimo, durante una semana. Los sabios la observaban durante años; ustedes obsérvenla al menos por una semana. Anoten lo que hace.

La semana siguiente, el nuevo ejercicio es hablar con la mente, y decirle:

̶ Piensas demasiadas cosas. ¿Puedes reducir esas cosas y pensar en unas pocas cosas buenas? Aunque fuera en música. Pensemos en cosas buenas de la música. Piensa en algún músico que haya alcanzado a Dios mediante la música. Piensa en algo así.

Elijan algún tema, un tema, y mediten en ese tema, qué comunica ese tema. Cualquier cosa. Después de eso, vayan a una parte en que la mente no piensa en nada. Simplemente está. Veamos cuál de los dos está callado durante más tiempo. Enséñenle eso a la mente. Durante un tiempo, observará la consigna de no hacer, y anótenlo, cuánto tiempo pudo estar callada. Una semana haciendo esto.

Finalmente, en la siguiente semana, enséñenle a la mente que piense solo en esto: Aham Brahmasmi, o que piense «Soy divino». Enfoquémonos en ese pensamiento.

De esta manera, entrenan a la mente a lo largo de cierto tiempo. Lo que harán en un mes, divídanlo en cuatro semanas. Durante la primera semana, simplemente observen la mente. En la segunda semana, mantengan una conversación con la mente:  ̶ Pensemos en una sola cosa, no en muchas cosas.

Durante la tercera semana, traen de callar a la mente, que permanezca callada durante esos diez minutos, sin pensar en nada. ¿Aparece algún pensamiento? Arrójenlo por la ventana. Buen pensamiento o mal pensamiento, arrójenlo por la ventana.

Durante la cuarta semana, piensen en este principio: que son divinos.  ̶ Mente, cree que eres divina: «Soy divina, soy divina».

Y vean qué sucede con su mente al cabo de cuatro meses. Su mente comenzará, realmente, realmente, a interesarse en lo que le están diciendo. Escuchará. Es un entrenamiento. Como se enseña a un niño, o a cualquiera. En música, ustedes se entrenan. Pero manténganlo consistente. Si lo hacen tres días, y al cuarto día se levantan y dicen «esto no es para mí», estarán de regreso en cero. Tendrán que comenzar nuevamente desde la misma cosa.

¿Harán este esfuerzo? Hagan el esfuerzo, y díganlo a otros, que también hagan el esfuerzo. No es necesario que sea un tiempo, lugar o situación en particular. Cualquier tiempo que sea cómodo. Preferiblemente en un determinado lugar y hora, eso es bueno, le dará consistencia. Pero, aun si fuera de otro modo, si estuvieran ocupados en algo, en cualquier momento en que encuentren un rato tranquilo, vayan a un rincón y tomen asiento.

¿No deberíamos invertir tiempo en nuestro propio crecimiento espiritual? Están invirtiendo tiempo en el crecimiento espiritual de todos. Todos estamos ocupados haciendo de todo para todos; ¿no deberíamos emplear diez o quince minutos para nosotros mismos? Limpiamos nuestro cuerpo, empleando esos diez o quince minutos  ̶ espero que todos los estén empleando así ̶  para limpiar el cuerpo. ¿No es así? Empleamos quince minutos para limpiar nuestro lugar, donde estamos o residimos. ¿No deberíamos emplear quince minutos para limpiar nuestra mente, todos los días? Eso es lo importante.

Y ese esfuerzo tiene que provenir del lado de ustedes. Que Yo les diga todas estas cosas, no va a limpiar sus mentes. Lo que les digo es cómo limpiar la mente, eso es todo. Si escuchan un satsang, solo sabrán cómo limpiar la mente. Cómo comer comida, pero no ocurre la ingestión de la comida. No queden con la impresión de que «por haber asistido al satsang, mi mente está limpia por el día de hoy». No, no necesariamente. Asistir al satsang es solo para que aprendan cómo mantener limpia la mente. Estos son solo métodos. Para aplicar estos métodos, tienen que regresar a su cuarto y hacerlo. Eso está en sus manos. Todo esto será un éxito, solo si ustedes hacen el esfuerzo, de regreso en su casa, de regreso en su cuarto.

Por favor, tengan esto en mente, y como les dije ayer, no lo tomen a la ligera. Tómenlo con mucha seriedad. Si les dijera “tomen estos gruesos libros, y hallen por su cuenta cómo controlar la mente» ¿cuántos de ustedes van a hacerlo? Y lo mejor de todo es que están escritos en sánscrito; ¿cómo hallaría la gente el momento de leer dos estrofas en sánscrito? Yo lo hice en su idioma, está en inglés. Luego, lo hice muy simple y práctico. Comiencen con esto. Yama niyama, eso lo tienen que hacer, es un ejercicio de toda la vida, no es para hoy. Toda la vida tienen que seguir estos principios de buena conducta, interior y exterior, eso es un hecho.

Aparte de eso, está el control de la mente, para eso les estoy diciendo estas otras cosas, que si ustedes practican lentamente … En esto también estoy haciéndolo práctico, diciéndoles que no se propongan directamente alcanzar samadhi. Si no ocurre, se sentirán frustrados, y dirán «esto no es para mí». Pero eso no es verdad. Si un día alguien viene para la práctica de música, y no logra cantar adecuadamente, piensa «la música no es para mí». Esa es una actitud errónea. Es para ustedes, sólo tienen que hacer ese esfuerzo de manera consistente. Eso es lo que estoy diciendo.

«¿Cómo hago pranayama, pratyahara?» Piensen en lo que están haciendo exactamente, y lo que les pido que hagan durante cuatro semanas. Mañana me contarán lo que dije, y cómo se relaciona con el ashtanga yoga. Mantengan yama niyama, insisto. Les he dicho prácticamente cómo hacer estas cuatro cosas: asana, pranayama, pratyahara, dharana, estos cuatro caminos.

Esto es lo que les he enseñado. Asana, sentarse en algún lugar tranquilo; no hagan nada con la mente, solo observen la mente. ¿No es así? Lo siguiente: pranayama. Traten de controlar la mente, díganle: «No pienses en demasiadas cosas. Pensemos en pocas cosas.» Hagan más lenta su respiración.

Durante la primera semana, ni siquiera les pido que hagan más lenta su respiración, solo sentarse y observar la mente; asana solamente. Siéntense en un lugar.

La segunda semana: pranayama. Observen la mente, y al mismo tiempo controlen su respiración, controlen la mente, hablen con la mente, díganle que piense en cosas buenas.

Después, pratyahara. Desechen todo, y piensen en un pensamiento. Puede ser cualquier pensamiento que les resulte agradable. Si se sientan con un niño, el niño querrá hablar de algún dibujo animado, o hablar de algún juego; bien, hablen de eso, pero mantengan solo una conversación, no diez conversaciones. Tercera semana: pratyahara.

Dharana, la cuarta semana, un solo pensamiento:

̶ Yo elegiré el pensamiento; mente, tú no elegirás esta vez. La semana pasada, tú elegiste el pensamiento, y luego tuvimos una conversación. Ahora, yo elegiré el pensamiento. El pensamiento es que somos divinos. Y asentémonos en este pensamiento.

¡Dharana! Sostengamos este pensamiento, todo este pensamiento, durante algún tiempo, en nuestra cabeza, desechando todo lo demás.

Después viene Dhyana. El pensamiento se convierte en ustedes. Ustedes se convierten en el pensamiento. Después de eso, ya no queda ningún pensamiento.

Estos cuatro pasos, cuatro semanas, mientras yama niyama continúa todos los días, todas las semanas, todos los años de su vida. Todo lo demás debe desaparecer. Y si, por casualidad fracasan, no abandonen. No abandonen. Si abandonan, entonces esto: Uttisthata Jagrata Prapya Varannibodhata: el llamamiento a la acción, del Kata Upanishad. Yama dice:

̶ ¿Cuál es la cualidad de la persona que quiere alcanzarme a Mí?

Utthistha. «¡Levántate, no te quedes sentado!». El significado es espiritual, quedarse sentado es no hacer nada.

Jagratha: «¡Estate alerta, despierta!».

Prapya Varannibodhata: «¡Hasta llegar a la meta, no abandones!».

Esto es todo lo que estoy diciendo, en inglés. Estas cuatro semanas, practiquen, y veremos después de este desafío de treinta días, cómo salen del mismo. Si es que lo han conquistado, o ello los ha conquistado a ustedes nuevamente, como los ha conquistado durante tantos nacimientos. ¿Son nuevamente esclavos de ello, o esta vez lo han dominado? Veremos.

¿De acuerdo? No voy a preguntarles qué pensaron, qué no pensaron. Eso es entre ustedes y … y ustedes mismos, su mente. Anoten siempre. Algo saldrá de ello. Prácticamente, saldrá. Háganlo siempre. Si lo hacen, hablaré de más cosas. De otro modo, ¿cuál es el objeto de que Yo siga diciendo cosas que no van a ser usadas en absoluto?