¿Que es la meditación y cómo se practica?

La meditación es equivocadamente considerada igual a la concentración o a la contemplación

La fuerza vital que está en el hombre es también conocida como conciencia. El fundir esta conciencia en la Conciencia Universal ha sido descrito como liberación en el Vedânta (la esencia final de los Vedas). Hoy en día se están promoviendo varios tipos de meditación en la India y en otras partes. Muchas personas equivocadamente confunden la meditación (dhyâna) con la concentración en un solo punto (ekagrata). No hay ninguna relación entre las dos.

La concentración es un fenómeno rutinario de cada día en la vida en cualquier forma de actividad humana – el leer, el caminar o el comer. ¿Dónde está la necesidad de perder el tiempo tratando de lograr algo que viene naturalmente? Lo que debemos averiguar es cómo ocurre esta concentración.

Tenemos aquí un libro en la mano. Vemos este libro con nuestros ojos. El momento en que lo vemos, somos capaces de leer las letras. Tan pronto como hemos leído las letras, el intelecto trata de entender el significado y de cavilar sobre ello en la memoria. La mano que sostiene el libro es un miembro del cuerpo. Los ojos que lo ven es un órgano de los sentidos. El intelecto que comprende y la memoria que cavila son igualmente órganos sensorios. Es la acción coordinada de todos los órganos la que nos permite examinar cualquier objeto. Así, la concentración toma lugar en el nivel más bajo de los órganos de los sentidos.

La meditación es un proceso que tiene lugar más allá de los sentidos. Entre la concentración al nivel sensorio y la meditación que está por encima de los sentidos hay una línea fronteriza en la cual ocurre la contemplación (chintana). La contemplación es la segunda mitad de la inteligencia (chit)

Ejemplo de la rosa y de las espinas

Una ilustración aclarará esto. Tenemos un rosal, con ramas, hojas, flores y espinas. El ubicar el lugar donde hay una flor exige concentración. En esta etapa, estamos ocupados únicamente en localizar la flor. Pero la flor debe ser cortada sin tocar las espinas. El amor es la flor. La lujuria es la espina. No hay rosa sin espina. Cómo llegar a la flor del amor sin tocar la espina de la lujuria es el problema. Allí es donde se necesita la contemplación. Habiendo cortado la flor, ¿cómo vamos a usarla? Ofreciéndola a lo Divino

Meditación significa ofrecer la flor del amor a lo Divino. En el rosal de nuestro cuerpo, está la rosa del amor puro y sagrado que emite la fragancia de las buenas cualidades. Debajo de la rosa, sin embargo, están las espinas en la forma de deseos sensorios. El propósito de la meditación es separar la rosa del amor desinteresado de los sentidos y ofrecerla al Señor, cuya otra función es la discriminación entre lo correcto y lo equivocado.

 

Antes de sentarse a meditar, la mente debe ser liberada de malos pensamientos y llenada de pensamientos santos. Esto exige control sobre todos los órganos de los sentidos. Los oídos deben ser adiestrados para escuchar sólo asuntos relacionados con lo Divino y evitar las malediciencias. Los ojos deben ver sólo a Dios.

La mente debe ser tranquilizada haciéndola concentrarse en el proceso de respiración y relacionando la inhalación y la exhalación a la repetición del mantra “So Ham”, “So Ham” (“Yo soy Él”). Por medio de este proceso, el aliento vital es controlado. Esto revela el gran poder del Yoga. No hay necesidad de emprender un ejercicio separado para despertar el poder del kundalini. El proceso del control de la respiración por sí mismo logrará este propósito.

La ecuanimidad es el verdadero fruto de la meditación ¿Cuál es el significado interno de samadhi? No es el estado de inconsciencia o de alguna otra clase de conciencia. No es nada de eso. El correcto significado de samadhi es “Sama-dhi” –el estado en el cual el intelecto ha alcanzado ecuanimidad–.

De la misma manera, la meditación o dhyana es un proceso extremadamente fácil. Samadhi es aún más fácil, pero, debido a una inapropiada comprensión de los métodos, los aspirantes se ven envueltos en dificultades. Muchos se imaginan que todo lo que la meditación exige es sentarse en la postura de loto, pero no se tiene conciencia de adónde va vagando su mente mientras tanto. La concentración es perturbada por un mosquito que se le para en la nariz. Cuando el mosquito repite sus ataques, el hombre pierde la paciencia y el propósito entero de la meditación se ve frustrado.

Para mantener la calma y la concentración durante la meditación, permaneciendo inafectado por cualquier elemento perturbador, es necesario practicar la concentración o dharana.

Mediante dharana se alcanza el control de los sentidos. También se asegura la pureza de la mente. Por medio de la pureza mental, se experimenta la Divinidad.

Practiquen la concentración y la meditación y experimenten los resultados. Su alegría, su pureza y su brillantez serán incrementadas más allá de toda medida. Ahora ustedes lucen endebles y enfermizos debido a toda clase de impurezas en ustedes. No hay brillo en sus caras. Es la pureza la que imparte refulgencia al rostro. Cuando hay pureza en ustedes, su cara brilla y es radiante. Tengo ahora 64 años (el reloj en el Mandir dio la hora y Swami lo acentuó diciendo “Está diciendo sí, sí, sí”). Mírenme a Mí y mírense ustedes, que están en su adolescencia; lucen cansados, han perdido su brillo debido a pensamientos impuros. Cuanto más desarrollen su pureza, tanto más jóvenes serán. Ninguna enfermedad los afectará. Esto es lo a que deben apuntar. Y esto se puede obtener a través del amor.

Dhyana significa absorción del pensamiento. La meditación en estos días está a menudo confinada al cuarto del santuario. Tan pronto como salen del santuario, están llenos de agitaciones mentales. De aquí que se ha declarado:

“Satatam yoginah” (Establézcanse en el yoga todo el tiempo).

Esto no significa el abandonar todos los asuntos mundanos. Sigan con sus estudios y trabajos. Cumplan con sus deberes.

Pero en todas estas actividades, usen su poder de concentración.

En el proceso, desarrollarán sus poderes de meditación.

A través de la meditación ustedes deben alcanzar el sentido de unicidad con la Divinidad. Los varios tipos de meditación practicados hoy en día se concentran en lo trivial. No puede realizarse la Divinidad a través de estos métodos. El primer requisito es el control de los vagabundeos de la mente. Sólo entonces puede la meditación ser efectiva.

A través de la meditación ustedes deben alcanzar el sentido de unicidad con la Divinidad. Los varios tipos de meditación practicados hoy en día se concentran en lo trivial. No puede realizarse la Divinidad a través de estos métodos. El primer requisito es el control de los vagabundeos de la mente. Sólo entonces puede la meditación ser efectiva.

¿Cómo se hace la meditación?

 

El primer paso es dharana. Doce dharanas hacen una dhyana. Doce dhyanas son iguales a un samadhi. Dharana es una firme concentración visualizando cualquier objeto por doce segundos. Tienen que mirar algún objeto, una llama, un cuadro o un ídolo por doce segundos solamente, con total concentración, sin parpadear. Esto es dharana.

Practicar dharana es una preparación para la meditación o dhyana. La duración de dhyana es doce dharanas. Esto significa que la meditación debe durar 12 x 12 = 144 segundos, esto es, dos minutos y 24 segundos. Para practicar dhyana no es necesario sentarse en meditación por horas. La meditación apropiada no necesita más de 2 minutos 24 segundos.

Sólo después de que se haya practicado correctamente la concentración, puede uno meditar bien.

Doce dhyanas son iguales a un samadhi. Esto significa 144 x 12 segundos, es decir, 28 minutos y 48 segundos –mucho menos que una hora–. Si el samadhi se prolonga, puede resultar fatal.

Estas son las disciplinas que practicaban los yoguis. Estas disciplinas no se explican en ninguno de los shastras. Si quieren proceder correctamente en la práctica de estas disciplinas, tienen que comenzar con dharana. Empiecen practicando dharana por 12 segundos al día de ahora en adelante. Esto es muy importante para los estudiantes. En el pasado, los yoguis como Aurobindo y Ramana Maharishi acostumbraban subir a la terraza y concentrarse en una estrella en particular durante 12 segundos. En ese estado la mente también estaba quieta y firme.

Continuando con esta práctica de dharana por 2 minutos y 24 segundos, ustedes desarrollarán la capacidad de meditar por 2 minutos y 24 segundos. Si continúan con la práctica de dhyana en esta forma, desarrollarán la capacidad de estar en estado de samadhi por 28 minutos y 48 segundos.

Dharana, Dhyana, Samadhi es el proceso, este proceso se puede aplicar a distintas modalidades de meditación, meditación en la luz, meditación en la forma.

Las tres etapas de la meditación sobre una forma

Algunas personas usan una lámpara (jyoti) como base para la meditación. La lámpara revela la unicidad que es la base de la Unidad o de lo Divino así como la multiplicidad que refleja las manifestaciones de lo Divino. En este método, la experiencia de la bienaventuranza no viene rápido. Hay tres etapas en este tipo de meditación: el imaginar la forma (ûha), el experimentar la forma (bhâva) y el verla como una realidad (sâkshâtkâra).

Por ejemplo, si uno desea meditar sobre Baba, debe primero tratar de imaginar con los ojos cerrados la figura de Baba como la ha visto anteriormente. Esta figura desaparece a los pocos momentos. En el experimentar la figura, el proceso es más largo y la impresión también dura más. En este proceso, uno empieza a visualizar la figura de los pies a la cabeza y de la cabeza a los pies. Gradualmente, mediante este proceso, la imagen de Baba se va implantando firmemente y se vuelve una realidad interna. Mientras que el proceso imaginario da sólo un vislumbre momentáneo, el método del experimentar lleva a la completa identificación del buscador con la Forma Divina.

El tener conciencia de lo Divino resulta en unidad con lo Divino (Brahmavid Brahmaiva Bhavati).

Cuando experimentamos la forma divina, ¿qué es lo que está sucediendo con nuestra mente? La mente experimenta cada parte del Señor de la cabeza a los pies y finalmente se vuelve una con la forma. Es el proceso de identificación de la mente con la forma divina lo que constituye la verdadera meditación.

La meditación no es el fundir la forma en la mente. Es fundir la mente en la forma para que la mente como tal no exista.

Las instrucciones para una correcta meditación provienen de Sathya Sai Baba

Fuente
Discursos dados por Sai Baba 29/06/89 El autocontrol y la autorrealización
Discursos dados por Sai Baba 11/03/84 Los estudiantes y la práctica espiritual