Desajuste emocional y trastorno adaptativo

A lo largo de nuestra vida, podemos enfrentarnos a vivencias o situaciones estresantes, que superen nuestras capacidades para afrontarlas y que nos hagan sentir profundamente desbordados, desorientados, que hagan tambalear toda nuestra vida y existencia. Cuando una persona experimenta estas sensaciones, puede sentir que todo es insostenible y puede ser incapaz de responder de forma adaptativa

Todo cambio importante en la vida puede implicar un periodo de adaptación que habitualmente tiene un fin. Por ello, y dependiendo de la persona y su capacidad de adaptación, este periodo puede ser más o menos largo.

 Actualizado el 18 de Octubre

El problema surge cuando la adaptación no se produce, o se prolonga excesivamente en el tiempo. Y aquí es donde tenemos el trastorno adaptativo. Es decir, existe una auténtica dificultad para asumir y adaptarse a un cambio produciéndose un estancamiento vital. 

La vida es un flujo constante de movimientos, de perdidas o de nuevos encuentros y oportunidades. No tener una suficiente capacidad de adaptación supone un sufrimiento que conlleva una tendencia al inmovilismo.

Es decir, aparece un importante estresor, que altera por completo nuestra percepción y nuestra vida, se identifica como amenazante, nos desborda y nos provoca un cúmulo de emociones negativas y un profundo malestar. Ante ese malestar surge un trastorno adaptativo. A continuación se desarrolla cada uno de ellos.

  Situación estresante

 

 Un estresor es una situación a la que está expuesta una persona y que, para hacerle frente, necesita adaptarse a ella; es decir, son condiciones de la vida generadoras de estrés,  también tenemos que tener en cuenta que nuestros propios pensamientos pueden convertirse en un estresor y generarnos malestar.

Pero, si observamos con atención a nuestro entorno, podemos comprobar como ante la misma situación estresante unas personas reaccionan con mucho estrés y otras se quedan como si no hubiera pasado nada.

   Como se percibe la situación

 

Y es que la clave de estresarnos no está tanto en el estresor en sí, sino en cómo lo percibimos; es decir, nuestra percepción tanto del estímulo ante el que nos encontramos como de los recursos de los que disponemos para hacerle frente, son determinantes para que nuestro estrés se dispare o mantengamos la calma.

En resumen, muchas veces no es únicamente la situación en sí la que nos estresa, sino cómo la interpretamos.

Esta interpretación es la que nos produce una determinada respuesta emocional que es la que va a influir en cómo nos comportemos y en qué recursos movilicemos para resolver esa situación.

   Como se responde a la situación

 

Utilizamos el término “desajuste emocional” para referirse a las respuestas emocionales basadas en el temor, impotencia, inseguridad etc. Se dan estas respuestas  porque se tiene una percepción e interpretación de la situación errónea, se identifica la situación como amenazante debido a las distorsiones y condicionantes mentales que impiden verla en su amplia totalidad.

Los desajustes emocionales y los trastornos adaptativos, suelen afectar sobre todo a personas con una gran sensibilidad emocional y que posiblemente en su niñez carecieron de educación en los cambios y en el pensamiento positivo, debido a esa sobreprotección emocional en su niñez, ahora no saben o les cuesta gestionar esa fabulosa herramienta que es la alta sensibilidad emocional.

Resulta fácil hacer lo que es agradable pero es difícil dedicarse a lo que es beneficioso. No todo lo que es agradable es provechoso. El éxito llega a aquellos que renuncian al sendero cubierto de rosas y se enfrentan a los golpes de martillo y a las puñaladas del sendero lleno de peligros. De hecho, ningún camino está cubierto de pétalos de rosas.

Sofoquen los ardientes humos del deseo, el odio y la cólera que se levantan en sus corazones; es pura cobardía ceder ante estos enemigos que los convierten en bestias. Cuando se presenten obstáculos, enfréntelos con valentía. !Ellos los templan, los hacen fuertes!  Bhagavan Sri Sathya Sai Baba.

  Aceptación o rechazo

 

El trastorno adaptativo es pues, una reacción de desajuste (inadaptación), que causa un profundo estado de malestar y alteraciones emocionales y comportamentales como respuesta a un acontecimiento vital estresante o a un periodo de cambio. Es decir, aparece un importante estresor, seguido de una respuesta emocional que causa un desajuste emocional, que altera por completo nuestra percepción y nuestra vida. Se identifica como amenazante, nos desborda y nos provoca un cúmulo de emociones negativas y un profundo malestar.

 Estresores frecuentes en los Trastornos Adaptativos

  • Problemas relativos al grupo primario de apoyo (separaciones, divorcios, conflictos familiares)
  • Problemas relativos al ambiente social (problemas con amigos).
  • Problemas laborales (problemas con compañeros, pérdida de trabajo…)
  • Problemas relacionados con la vivencia, la economía, sistema legal (cambio de domicilio, problemas económicos, enfermedades…)

  Se crean los mecanismos de defensa

 

Con el tiempo esos trastornos adaptativos basados en el temor generan mecanismo de defensa y estos a su vez generan unas rutinas o sistemas de auto compensación (SAC) para hacer frente de forma automática cuando se vuelva a producir la misma situación.

Sin embargo esta forma de responder automática con respuestas integradas que puede parece algo fabuloso, tiene importantes consecuencia en nuestras vidas que pueden apartarnos e impide cumplir con la misión de vida que cada alma viene a experimentar. Incumplir la misión de vida genera dolor.

Dolor que se mostrara en nuestra vida como oportunidad para soltar esas rutinas condicionantes y contaminantes, el rechazo a soltarlas es lo que genera el sufrimiento.

Las acciones realizadas por los impulsos de la mente o de los sentidos no pueden considerarse como acciones libres. Sólo cuando prevalece la voluntad del Atma puede haber verdadera libertad. Sathya Sai Baba

Más distorsiones y condicionantes mentales

 

Cuando hay sufrimiento, se altera el equilibrio de “dar” y el “recibir” afecto, y el amor puede transformarse en una verdadera dependencia afectiva. Este malestar psicológico que es capaz de vivir en la sombra a lo largo de la vida de una persona, sin embargo, es la causa de un constante dolor y alimenta otras problemáticas psicológicas, físicas y relacionales.

Y todo esto es debido a las distorsiones y condicionantes mentales que cada persona tiene almacenados en su inconsciente,  y que de forma automática condicionan la respuestas emocional que de modo automático se desata ante una situación dada.

La respuesta emocional o punto fijo emocional esta basada en patrones de respuestas aprendidas ante ciertos estímulos o situaciones. Estos patrones son hábitos de respuesta, cuya finalidad es asegurar nuestro bienestar, bien sea ahorrando recursos cognitivos o evitando riesgos desde el punto de vista del ego. Los sentimientos son el instrumento para darse cuenta de la respuesta emocional, la interpretación que hacemos de esos sentimientos, se pueden regular mediante nuestros pensamientos.

El peligro de convertir los desajustes emocionales en un habito.

 

Como se ha visto con anterioridad los desajustes emocionales surgen cuando las respuestas emocionales que se dan están carentes de energía (prana) y con mucho residuo de combustión, es el caso de las respuestas emocionales que desatan sentimientos de ira, odio, rabia, celos, inseguridad, impotencia y temor. Para escapar de las situaciones donde afloraron estos sentimientos la persona busca evadirse, en alcohol, drogas, comida, etc. Cuando esto se convierte en habitual, es muy posible que el ego comience a desestabilizarse, pudiendo llegar a cortocircuitarse y generar una desconexión del intelecto (buddhi).

Cuando esto sucede la conexión con el alma es muy débil, debido a ello el ego esta fuera de control. Tomando casi todo el control del ego la mente y las memorias, convirtiéndose la vida de esta persona en un calvario. Su vida pasa a estar gestionada por esas emociones que le llevan a la tendencia animal y no hacia la humana.

En este caso el ego ya no esta cumpliendo con su misión de piloto guiado por el alma, pasa a tomar el mando los temores, las bajas pasiones y el instinto animal, la persona entra en un egoísmo enfermizo

Esta separación y falta de comunicación del ego con buddhi suele generar frecuencias de sufrimiento, a mayor separación más frecuencias de sufrimiento, que se transformaran sentimientos dolorosos y puede que más tarde en acción dolorosas

 

Como revertir y salir de los desajustes emocionales y de los trastornos adaptativos

 

Transitar el camino de la verdadera felicidad requiere desandar el camino y deshacer lo echo, para realizarlo con éxito hay tres pasos principales: Reconocer que el apego genera infelicidad, Reconectar con el Ser interno, Soltar todo aquello que impide la total libertad. A continuación se desarrolla cada uno de estos puntos.

 

La alegría y el gozo nacen del respeto hacia uno mismo

 

La alegría, el gozo, nacen del respeto. Tu eres el/la responsable de tu felicidad, de tu bienestar personal y para ello es necesario el respetarse para llegar a amarse.

El quererse proviene de la compañía de pensamientos y sentimientos que uno elige cada día, esa decisión no es causada por lo que sucede en el día, es causada por la respuesta interna que se elige ante los sucesos del día. Y esa es responsabilidad de cada uno, elegir las respuestas, tanto mentales como emocionales, que te lleven al amor, la gratitud y la libertad.

Si me respeto, me valoraré y me apreciaré, por lo tanto me veneraré, si hago esto me esforzaré en escoger la compañía de la alegría, el gozo, la satisfacción, la pasión.

El respeto se fortalece con el esfuerzo por mantener en todo momento esa coherencia entre lo que pienso, lo que digo y lo que finalmente hago.

Si no hay esfuerzo, es imposible que exista alegría, gozo, ya que ambos se alimentan del respeto hacia uno mismo y por ende hacia los demás.

 

La mentira es una falta de respeto hacia uno mismo y hacia los demás, una falta de valentía para afrontar las consecuencias de nuestras propios respuestas. Con la mentira se busca ocultar nuestra verdadera respuesta para agradar a los demás.
Cuando la mentira se convierte en un habito nuestro carácter se debilita, y puede anclarse en la hipocresía, debido a la cobardía y debilidad moral, llevando a una falta de los valores reales. (Rectitud, Amor, Paz, Verdad, No violencia).