¿Qué le pasa al cuerpo cuando tienes exceso de cortisol?

La Clave está en el equilibrio

El cuerpo es sabio, sabe lo que hace. Cuando percibe que tiene altos niveles de cortisol por mucho tiempo, va a dejar de segregarlo, como una señal para indicarte que ya no puedes seguir manteniendo ese ritmo de estrés.

Es por eso que hay indicadores que tu cuerpo emite cuando estás hasta el tope de cortisol, también cuando lo mantienes elevado durante mucho tiempo y después lo tienes muy bajo para compensar esas subidas. Por eso, la clave no está en “bajar los niveles de cortisol”, sino en mantenerlo lo más equilibrado posible.

Es importante que conozcas cómo funciona el cortisol y que identifiques si te encuentras con niveles elevados o bajos. Ante cualquiera de los dos escenarios, hay muchas cosas que puedes hacer para re-equilibrarlo.  Lo realmente importante es que busques el origen que da lugar al distrés  (ver ultimos parrafos del artículo).

¿Qué es el cortisol?

 

El cortisol es una súper hormona, es de las más importantes que tenemos. De él depende que segreguemos muchas otras hormonas, como por ejemplo, la aldosterona que controla la presión arterial, así como el estrógeno y la testosterona.

Esta hormona se segrega a través de las glándulas suprarrenales, las cuales se encuentran arriba de tus riñones, de las cuales salen adrenalina y cortisol cuando se eleva el estrés en tu cuerpo.

El cortisol necesita del colesterol para generarse, y una vez que lo hace, va a ayudar a regular los niveles de adrenalina y de azúcar en la sangre. Por esta y muchas otras razones, es una hormona que necesitamos para funcionar, y es importante que no lo cataloguemos como algo malo, sino que aprendamos sobre cómo funciona para poder usarlo a nuestro favor y mantenerlo regulado.

 

¿Cómo es que segregamos cortisol?

 

En nuestro cerebro tenemos el hipotálamo, que es el encargado de emitir las señales a nuestro sistema nervioso cuando estamos frente a algún peligro, (y que por cierto, está directamente conectado con tus emociones) y este a su vez se conecta con nuestras glándulas suprarrenales.

Cuando experimentas una emoción muy fuerte, o te percibes en algún tipo de peligro, real o imaginario, entonces, vas a mandar la señal a través de tu sistema nervioso para que tus glándulas segreguen cortisol y activen tu cuerpo para hacerle frente a ese reto o amenaza, o simplemente, para mantener el equilibrio mientras que experimentas una emoción fuerte.

Algo que también es importante mencionar es que no solo en situaciones de peligro segregamos cortisol, también lo hacemos en la cotidianidad, en momentos donde tenemos un reto delante de nosotros, tan simple como levantarnos por la mañana, hasta presentar un trabajo o conocer una persona nueva.

Entonces, cuando las glándulas reciben la señal de que necesitan segregar cortisol, al mismo tiempo van a segregar adrenalina. Lo interesante aquí es que el cortisol, además de participar cumpliendo la función de activar al cuerpo, al mismo tiempo se encarga de mantener al margen o en equilibrio los niveles de adrenalina.

Por esta razón, el cortisol dura más tiempo en la sangre que la adrenalina, porque gracias a él existe una continua regulación de diferentes procesos que suceden cuando nos estresamos, como por ejemplo, la inflamación y la digestión.

 

Estrés negativo causa desequilibrante del cortisol

 

El estrés negativo a nivel fisiológico se asocia con la producción de cortisol (hormona encargada de liberarse ante la presencia de estrés), en el estrés se produce un desequilibrio fisiológico y psicológico. A nivel general se activa por una amenaza ya sea interna o externa que implica un esfuerzo excesivo. Ante ciertos casos extremos puede desencadenar sintomatología de un trastorno de ansiedad y/o depresión.

Recordemos este tipo de estrés es perjudicial para la salud y por esta razón veamos a continuación los síntomas básicos del estrés negativo.

Síntomas del estrés negativo.

A nivel general se subdividen en 4 categorías:

  • Síntomas Cognitivos: pérdida de memoria, problemas de concentración, juicio pobre (es decir, la capacidad de entender las cosas está deteriorada), pensamientos que producen preocupación constante y percibe solo lo negativo.
  • Síntomas Emocionales: cambios de humor (irritabilidad, síntomas asociados a depresión -aislamiento, percepción de soledad-) y agitación.
  • Síntomas Conductuales: cambios en hábitos (de alimentación, de sueño), conductas irresponsables (ej: consumo de alcohol, cigarrillo, drogas).
  • Síntomas Físicos: dolores de cabeza, mareos, estreñimiento, náuseas, dolor de pecho, aumento de tasa cardíaca y frecuencia respiratoria (ej: hiperventilar, es decir respirar de forma agitada lo cual puede producir que el oxígeno entre por la boca pero no alcance a llegar al cerebro, produciendo desmayos en ocasiones); además de esto a veces produce consecuencias a nivel sexual (disminución / pérdida de deseo).

Cuando la persona entra en estrés negativo crónico, el cerebro ordena la producción de neuropsina, una proteína que pone en marcha las reacciones químicas derivadas del distrés y las glándulas suprarrenales comienzan a segregar adrenalina y cortisol.

¿Qué le pasa a tu cuerpo cuando tienes exceso de cortisol?

 

Seguramente has escuchado referencias al cortisol como la “hormona del estrés”. Se produce en las glándulas suprarrenales en la parte superior de cada riñón y actúa como un neurotransmisor en nuestro cerebro, especialmente cuando enfrentamos situaciones difíciles o de alto grado de tensión.

El problema no está en el cortisol, sino en segregarlo en exceso y por mucho tiempo, a la par de tener nuestras glándulas suprarrenales agotadas de tanto producirlo, en altas cantidades y por mucho tiempo.

Cuando los niveles de cortisol están balanceados nuestros órganos y sistemas funcionan en armonía. Sin embargo, cuando esta hormona se mantiene elevada puede derivar en una alteración endocrina conocida como “hipercortisolismo”, que produce efectos muy negativos en las funciones de las células de todo el cuerpo.

¿En qué funciones del organismo interviene el cortisol?

En el metabolismo de los carbohidratos, las grasas y las proteínas. O sea, que dependiendo de los niveles de cortisol es como tu cuerpo maneja el uso de todo lo que comes.

  • Regula los niveles de inflamación en tu cuerpo.
  • Controla la presión sanguínea.
  • Equilibra los niveles de azúcar en la sangre (glucosa).
  • Controla el ciclo de sueño y vigilia.
  • Eleva la energía para que se pueda manejar el estrés.
  • Ayuda a equilibrar la sal y el agua del cuerpo.
  • Contribuye con la memoria y la concentración.

Como hemos visto un exceso de cortisol puede alterar todas las funciones anteriores. Cuando el estrés se convierte en crónico, los niveles de cortisol se mantienen siempre altos, lo que equivale a decir que nuestro cuerpo está en un estado de lucha o pelea interna y todos los sistemas indispensables para la supervivencia, no funcionan como deberían.

¿Qué órganos y sistemas se ven afectados por el cortisol?

 

Sistema inmunológico o sistema de defensas. A mayor nivel de cortisol las defensas bajan, lo que puede derivar en enfermedades respiratorias, alergias, enfermedades autoinmunes como el Lupus, entre otras.

Sistema gastrointestinal. La digestión y la absorción de los alimentos se afectan cuando hay demasiado cortisol en sangre. Se produce indigestión, irritación e inflamación de la mucosa intestinal lo que podría ocasionar úlceras, síndrome de colon irritable y colitis.

Sistema cardiovascular. El exceso de cortisol aumenta la presión arterial. ¿Las consecuencias? Enfermedades crónicas del corazón, infartos y problemas cardio y cerebro vascular.

Cerebro. Cuando los niveles de cortisol suben se hace difícil conciliar el sueño y más aún lograr un sueño profundo. Se produce un ciclo vicioso que deriva en un declive mental, en falta de memoria y de concentración.

Sistema metabólico. El estrés es una de las causas del sobrepeso. Los altos niveles de cortisol en sangre y dentro de las células, ocasionan retención de grasa, sobre todo en el área del abdomen, y retención de líquido. Mayores antojos por alimentos altos en azúcar, grasas y carbohidratos. El desequilibrio de azúcar en la sangre crea un mecanismo que podría aumentar el riesgo de diabetes tipo 2.

Sistema reproductor. El cortisol elevado podría ocasionar disfunción eréctil, así como la interrupción del ciclo ovulatorio y los ciclos menstruales. Las hormonas sexuales se producen en las mismas glándulas que el cortisol, por lo que el exceso de este puede dificultar la producción de esas hormonas sexuales y provocar infertilidad.

El órgano más grande del cuerpo: la piel. Todo lo que sucede dentro de nuestro cuerpo, se refleja afuera, así que la piel se afecta y se produce un envejecimiento prematuro de las células. Piel opaca o grasa, resequedad, descamación, problemas dermatológicos como herpes, psoriasis o acné, incluso en la edad madura.

A todos los niveles de órganos y sistemas. El cortisol alto, provocado por el estrés continúo, también pudiera ocasionar el síndrome de fatiga crónica, trastornos de la tiroides, demencia, depresión y muchas otras afecciones.

 

Las posibles causas que generan un exceso de cortisol en el organismo.

 

Tanto si se tienen los síntomas de padecer  “estrés negativo”, como si se tiene un exceso de cortisol en el organismo, es aconsejable buscar el origen, que es lo que esta generado ese estrés negativo que se ha convertido o se esta convirtiendo en algo habitual en nuestra vida con las conscuencias que ello acarrea.

En el artículo donde se habla extensamente del distrés, se relacionan los cuatro tipos de factores desencadenantes o estresores, y queremos resaltar tres que tienen que ver con los estresores biogénicos, en el que no se suele fijar casi nadie y que son primordiales para solucionar el distrés.

Hoy en día hay tres principales Estresores biogénicos que son grandes generadores de estrés negativo y suelen ser desconocidos para la mayoría de las personas y tienen mucho que ver con el espacio donde trabajamos y el lugar donde dormimos. Pasan desapercibidos porque solemos achacar la mayoría de las veces el distrés a los estresores cotidianos, molestias, imprevistos y alteraciones en la rutina cotidiana, cuando estos casi nunca son los responsables son los responsables del distres.

1) La contaminación de los elementos, (agua, comida, aire) tanto a nivel químico, como energético, bajo los parámetros energéticos de la salud. El agua está muerta, apenas tiene “prana”, energía vital. La comida no aporta o aporta muy poco “prana” debido a los procesados e industrialización. El aire de las ciudades también carece del “prana” suficiente por el exceso de cargas contaminantes volátiles que disminuyen su vitalidad.

2) La contaminación electromagnética, es la contaminación del espacio sutil. Somos bombardeados por millones de ondas en diferentes frecuencias, que generan un estado constante de confrontación a nivel de nuestro campo electromagnético interno. Esta lucha interna sucede de forma inconscientes, hay personas que si se dan cuenta, por su mayor percepción conciente, estas personas son conocidas como electrosensibles. Estas personas sienten esta confrontación y les causa muchas molestias, a veces muy graves. Las personas que no se dan cuenta, también se ve afectado por esta confrontación inconsciente.

3) Las zonas patógenas de la tierra, así como las dos anteriores son procesos de nuestra forma de vida moderna. El conflicto con las zonas patógenas ha existido desde siempre. La diferencia esta en que la contaminación electromagnética ha amplificado su efecto nocivo. Todas las culturas de la antigüedad; Celtas, Romanos, Egipcios, Hindús y Chinos, eran conocedores de estas energías de conflicto para el ser humano, por lo que elegían lugares adecuados para sus casas o incluso tenían sistemas para neutralizas los efectos de las energías patógenas de la tierra.

¿Qué puedo hacer?

 

Para las personas que viven en la ciudad la contaminación de los elementos, es una tarea difícil y ardua, tanto en lo que concierne a la calidad del aire que respiran, como a la calidad del agua, y es que el agua embotellada no es de mejor calidad, para ello es aconsejable que veas el articulo como liberar los cloros y fluoruros del agua y dinamizar el agua.

Con respecto a la contaminación electromagnética, es más sencillo hay varias opciones sencillas, las dos suelen ser necesarias, una de ellas y muy sencilla es la toma de tierra díaria, es una necesidad fundamental para eliminar la toxicidad elemental ocasionada por el estrés negativo, la otra opción es protegerte de los campos electromagnéticos “CEM” con un bioArmonizador personal o incluso de espacios si los campos son muy fuertes.

Con referencia a las zonas patógenas, solo es necesario si estas durmiendo o trabajando en un lugar geopático, para ello lo primero es hacer un estudio del dormitorio en el caso que duermas mal o te levantes habitualmente con sensación de no haber descansado es probable que estés en un lugar de estrés patógeno, al igual que en el caso anterior son necesarias las dos opciones, toma de tierra y protección, otra opción es salir de ese lugar.

Si quieres sentir una mayor calma y paz interna, un incremento de vitalidad con más claridad mental y una mayor conexión con tu propio ser interno. Los bioArmonizador Nytia son una excelente llave que te acelera el proceso de sanación y bienestar personal. Estas sensaciones y experiencias son debidas a que los bioArmonizador facilitan que el Campo Energético (Biocampo) de la persona se mantenga en equilibrio, como consecuencia de la protección, decodificación y armonización de las frecuencias inarmónicas externas (EMF, GPZ y cosmopatías) y la canalización y amplificación de las frecuencias armónicas, facilitando el balance y equilibrio interno de la persona.